VA DE...Batiburrillo literario

domingo, 25 de septiembre de 2022

ELLA ES...

 

(Palabras para Cristina; a modo de dote y legado)

53/2022

 En mi tierra, SIERRA MÁGINA, como en todos los lugares que han permanecido largo tiempo incomunicados, hay muchos chicos que padecen síndrome de Down, (o trisomías 21 o 23). Durante mucho tiempo fueron más o menos apartados de las actividades habituales sin tener en cuenta su inconmensurable capacidad de amor; pero Cristina Vico, como la gran profesional humanista y "activista" del mundo rural que es, se ha empeñado en su movilización y visualización. Esos chicos son otra de nuestras maravillosas realidades. Y yo no puedo por menos que sentirme emocionada y dedicarle un poema en mi blog:

Dijo Bertolt Brecht sobre los hombres:

«Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero los hay que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles»

 Digo yo sobre hombres y mujeres:

Cuando en la tradicional lucha encarnizada se decide sustituir el estruendo del disparo por una dadivosa resistencia es que una mano de mujer ha empuñado el arma de la vida; esa que siempre se renueva tenaz entre hombres y mujeres de buena voluntad. Esas son las manos imprescindibles.

 

        A ellas.

        A ella: de la que ahora sé que continuará repartiéndose con todo y entre todos hasta que le llegue la hora de entregar el testigo en otras manos.

 

                                                  Ella es...

lo mismo que la aldea de los milagros.

Igual que la colina de Betsaida

donde lo de los panes y los peces.

 

Pues ella se divide y se reparte

lo mismo que una hogaza racionada

por las divinas manos de una madre.

 

Ella es

quien sueña mapamundis desiguales

y va coloreándolos con tiento

para que nadie quede desteñido.

 

Pues ella es

 la que hunde la reja en la besana

y prepara

 la más arisca tierra de secano

para la perentoria sementera.

 

Es ella.

Es mi continuidad contra el silencio.

Quien arranca mordazas en mi tierra,

quien les presta su voz a las mujeres,

la que habla de tú a tú con los hombres,

la que empareja mentes desiguales…

Quien avienta las parvas en las eras

y llena las tinajas contra el hambre

de siglos de abandono.

 

Ya no soy yo.

Ahora me toca a mí:

es hora de montar el butifuera.

Ya puedo dar de mano y hasta holgarme.

 

Pues yo soy quien contempla sus trigales

sabiendo que con ella

arroyos y graneros están en buenas manos.

 

Habrá pan de reparto para todos.

Volverán a llenarse los veneros

agotados 

de toda Sierra Mágina.

En CasaChina. En un 25 de Septiembre de 2022

jueves, 22 de septiembre de 2022

PRESENTACIÓN DE --MARACANDA-- de María Pilar Cavero

 

(Reseñas sobre libros que yo presento)

Para que un libro me emocione, además de exhibir un juicioso uso de la gramática de forma que no me “distraiga” de la lectura con “errores” de principiante (que son auténticas e injustificables faltas de consideración al lector), debe acabar por “enseñarme” algo como persona y “aprehenderme” como la mujer que soy, dispuesta siempre a entender el mundo de los seres humanos, sea cual sea su género, lo que viene a ser lo mismo que decir que un libro es bueno −para mí− si es “cuidado” y “generoso”.

Ayer, mientras presentaba en sociedad <MARACANDA>, el nuevo libro de María Pilar Cavero, reflexionaba yo −y así lo dije en voz alta− en que la autora, al contarse a sí misma en la forma en que viene haciéndolo, se está convirtiendo en un referente de lectura necesaria para los hombres que aman a su manera sin acabar de conseguir ser “fieles” en el sentido gonadal de la expresión, y para las mujeres que saben entender el amor desde la lealtad, que nada tiene que ver con el concepto “fidelidad”.

María Pilar Cavero, como pedagoga de oficio, es profesionalmente cuidadosa y genéticamente generosa en su narrativa desde su primera novela de esta serie cuyo fin o prosecución no se nos alcanza. Me refiero a <OROSIA> cuya generosidad genética −esa a la que antes me refería− se convierte en un manual de vida en su segunda novela: <ROMERO>.

Pero, sobre todo, María Pilar Cavero es muy, muy leal con la causa femenina −si es que existe una “causa femenina” aislada del hombre− al dejar escrito lo que la mayoría de las mujeres callamos: que no siempre una infidelidad es sinónimo de desamor, ni hay que abordarla necesariamente como una afrenta cuya única salida “airosa” es la ruptura necesaria.

¡Cuántas mujeres, que se hubieran quedado, se fueron, no por ellas, sino por lo que los demás dijeran o dejaran de decir!

¡Cuántos hombres siguen “esparciendo” su semilla sencillamente porque así se les vino a la “cabeza” (y no precisamente a la cabeza de pensar ni al corazón de amar).

¡Sencillamente, magistral, mi querida escritora!

De esta autora, y de sus tres libros (¿trilogía?) aprendí hace ya mucho tiempo que lo de la "generosidad congénita”, por su rentabilidad sanadora, viene a ser la manera más ecológica y lúcida de seguir emocionalmente vivos con cargo los réditos de lo invertido.

María Pilar Cavero, eterna e imaginativa docente, a través de sus novelas, vivirá más allá de la propia vida en la que ella se cuenta sin alharacas, y se perpetuará en todas las generaciones de mujeres que alcancen a entender de imperecederas lealtades amorosas frente a infidelidades genitales más o menos ocasionales.

¡Gracias, maestra!

En CasaChina. En un 22 de Septiembre de 2022

 

CARTA ABIERTA A MIGUEL FERNÁNDEZ PALACIOS GORDÓN

  (Periodiqueando adherencias)     Querido Miguel: (y permíteme que, a falta de conocencia propia, eche mano de ese “querido”, form...