(Esto no es política. Es educación)
Fue ayer.
(De lo otro, hace algunos años).
Y el señorito, degradado ya por voluntad propia a la altura de mencionado lugar con “Ñ”, y con la testuz testosteronada a semejante bajura, solo le falto mentarnos a “la-madre-que-nos-parió”.
En ese momento vino a mi mente aquel “se-sienten-coño”, pistola en mano y testosterona en ristre.
¿Ven a lo que me refiero cuando hablo de aprender maneras y contención desde antes de echar los dientes?
¿Qué (MÁS) tiene que pasar en este país para que nuestros asalariados parlamentarios de colegio de pago y cuello duro dejen de abochornarnos a los que, aunque vayamos de trapillo, respetamos a la palabra como a nuestra propia madre?
Desde luego, que quede constancia: quienes andan alzándole las faldas para mirarles la “Ñ” a la palabra…, quienes violan la decencia de la palabra, QUIENES LE FALTAN AL RESPETO A LA PALABRA EN LA CASA DE LAS PALABRAS… esos no me representan a mí.
En CasaChina. En un 16 de Diciembre de 2021