(Periodiqueando)
Porque dar de beber al sediento es cultivar arcoíris...
79/2021
La alertó el anhelado repiqueteo en los cristales que identificó de inmediato. Llegaban las lluvias. Con ellas, reaparecerían sus equívocos amantes.
Se calzó las viejísimas katiuskas, postrer regalo del padre antes de eclipsarse; atravesó la memoria de los corrales traseros y salió a los lodazales, invocando aquel brío juvenil que la fue abandonando a lo largo de los años, sin que por eso desistiera de su tenaz empeño.
−¿A dónde vas, mujer? −escuchó al hombre−. A tus noventa años, ¿aún crees que podrás atraparlos?
−¿Piensas que, si creyera que eran inalcanzables, habría empleado toda una vida en perseguir arcos iris?
En CasaChina. En un 4 de Julio de 2021