(Jaeneando)
Hoy el Diario JAÉN le hace otro huequecillo a mis dicharacherías en la página 3. No es que yo lo pueda decir tan bien como lo dice la EDITORIAL de la página 2, pero a ver si escribiéndoles cartas de amor al ministro de la cosa acabamos teniendo catenarias de mejor usanza de aquella que aún nos chispea en el recuerdo y nos agobia el pescuezo...
173/2024
No sé si se recordará usted, señor Ministro −y usted dispense lo de la impertinencia de esa mayúscula con la que pretendo engatusarle las querencias− que en mi periodiquera entrada en escena anterior le sugería yo la pertinencia de que apañara lo preciso para hacer que el AVE llegue a Jaén de una puñetera vez.
Claro que, como dice mi colega de letras y amiga del alma, Gloria Nistal, siendo usted de un Valladolid que hasta disfrutó de ser villa y corte, y una servidora de Jaén, donde desde siempre se nos trata como a villanos sin pedigrí, a lo mejor ni le llega nuestro periódico provincial, más rural que provinciano y más auténtico que algunos que yo me sé. Si sé que en Valladolid disfrutan de trenes que los llevan y los traen como a un rey en un cesto. Así que, con una remitente tan sin nada de particular que prometerle u ofrecerle que no sea edad, algo de sabiduría y copioso desgobierno, quizá ni se leyó mi carta del pasado 5 de septiembre, por mucho que fuera dirigida a su excelencia con la mejor intención. Si añadimos que su excelencia pertenece a una generación a la que no le instruyeron en la conveniencia y pertinencia de responder las cartas personales, no me extrañaría que, oscarizado nominal como está usted, “puenteara” mis querencias en plan santiaguero, y me suspendiera al más puro estilo bulto colgante de catenaria patibularia −magdaleniense colega tuus dixit−.
Antes de que suceda semejante desgracia, y para ponérselo fácil, le refrescaré lo que le proponía en mi mutis anterior: que a ver si manda que nos manden un AVE a Jaén a cambio de ponerle nosotros en el frontal de la estación una lápida de mármol con su nombre grabado a cincel: Excelentísimo Señor Oscar Puente Santiago.
¿Ve usted? La cosa es sencilla para alguien como usted, que manda tantísimo en raíles, catenarias, andenes, desvíos y enclavamientos. Pero mi amiga Gloria, que es tan sentenciosa en lo de pensar como siesa en lo de advertir, me desengaña al indicarme que ella se barrunta que mi carta se convierta en papel mojado cuando intente traspasar la cuesta arriba del Guadalquivir.
Mire usted. Una servidora nunca fue de pronto desmayo en sus demandas, y menos cuando se trata de pedir para otros lo que para mí no pido (aunque acabe aprovechándome de lo conseguido). Así que, volviendo a lo del AVE de Jaén, tan deseado como felón, se me ocurre una idea. Así, a botepronto, para que no se diga que los de Jaén siempre estamos excediéndonos en lo que acometemos: ¿Y si, aprovechando que el personal ya tiene el cuerpo hecho a demoras y retrasos, empezamos por abrir un bujero (en las conciencias no; en la pared del vestíbulo) y acoplamos en él una ventanilla con un cartel que diga “venta anticipada de billetes de AVE a Jaén para cuando lo pongan”? No es que sea una solución definitiva para viajeros tan agostados como los parroquianos jaeneros; pero es un principio de arranque para cuando se tercie. Y, a lo mejor, su sucesor en lo de railes y catenarias, acaba vislumbrando que, ya que lo más difícil, que siempre ha sido lo de las ventanillas, está hecho, nada cuesta poner las vías y echar a rodar ese AVE que nunca llega.
Yo le prometo que, si usted abre esa ventanilla de venta anticipada de billetes de AVE a Jaén, la gente de Jaén le pone la lápida anticipada en las tapias de la vieja cantina, con su nombre burilado en blanco y negro, y le lleva flores y velas como si ya estuviera ese tren en marcha.
¡Ah! Y, además, con la venta anticipada de billetes que le indico, hasta podría usted ir haciendo caja sin coste previo para poder gastarse esos dinerillos de remanente en una buena pipirrana de las nuestras, que lo que yo le diga que poco o nada tienen que envidiarle a la sopa de chícharos de su tan avezado como “AVEIZADO” Valladolid.
Como puñeteros colegas que somos le recuerdo el viejo brocardo jurídico: “quien quiere lo más, quiere lo menos”. Así que, de perdedores a ganador, si lo del AVE se le pone cuesta arriba, ¿cómo ve lo de la ventanilla de venta anticipada?
En CasaChina. En un 13 de Octubre de 2024