Hoy, día de la palabra escrita desde el corazón, DECIDLO; escribidlo. Gritadlo, si es que la emoción callada os convierte en ágrafos irredentos. Pero, de cualquier forma, redimíos del silencio alargado y decidlo. ¡DECIDLO ANTES DE QUE EL TIEMPO NOS SILENCIE! Yo lo dejo dicho en este minirrelato de 100 palabras justas con el que os lo digo.
No te lo dije. Entonces fui incapaz. Temía tanto alejarte al decirlo. Claro que nuestra proximidad era una intermitencia de sábados por la tarde y domingos por la mañana, atemporal horario de aquel colegio domador de adolescencias.
Apenas tuvimos tiempo.
A los dos se nos quedó atorado por dentro.
Nos alejamos, no por lo que nos dijéramos, sino por lo que no nos dijimos.
Luego, tú y yo lo decíamos, sin ser tú ni yo sus recíprocos destinatarios.
Con el tiempo recuperamos intermitencias algo desteñidas por el tiempo.
¡Extraordinario!
Ayer nuestro tiempo ya semiagotado nos concedió un nuevo tiempo redentor.
En CasaChina. En un 23 de Abril de 2021
