112/2020
PERDONÉMOSLOS
NO SABEN LO QUE SE HACEN
No puedo evitarlo. Me sigue fascinando esta estulticia con la que insistimos en defender a sangre y fuego los colores ajenos, mientras todos, incluidos ellos, nos estamos muriendo solos, con los ojos muy abiertos y sin saber qué es lo que nos pasa. Y me pregunto: ¿perseveraremos, después de muertos y enterrados, en sacar de la tierra las manos desencarnadas para seguir blandiendo esos colores cada vez más desteñidos con los que nos están emborronando el paisaje, a fuerza de no saber lo que se hacen?
En CasaChina. En un 3 de Octubre de 2020