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sábado, 29 de junio de 2024

COLOR ARCO IRIS

 

Dedicado a todos los que sufrieron por tener que esconderse para amar

mientras los otros hacían visible su guerra y sus demonios.

Y al DIARIO JAÉN, que nos hace visibles

(Politicastrerías)

110/2024

¡Hay que ver la que ha liado con su incontinencia verborreica y con su pandero reverberante! Y el provecho que ha generado de rebote. Queriendo o, a lo mejor, sin quererlo.

Su luna de pergamino

Preciosa tocando viene.

Al verla se ha levantado

el viento que nunca duerme.

 

No sé si darle gracias por semejante serendipia al mismo Dios, a la Virgen santísima, o alguno de esos santos actualmente suspendidos de empleo y sueldo por quienes nombran y desnombran santos, como el tal San Cristobalón desnudo, del poema Preciosa y el aire, que escribió un nunca olvidado poeta granadino, que, de vivir hoy, sería vindicado como ilustre miembro LGTBI.

San Cristobalón desnudo

lleno de lenguas celestes,

mira la niña tocando

una dulce gaita ausente.

 

Claro que lo más adecuado a los acontecimientos actuales sería darle las gracias directamente a la señora alcaldesa de ese sitio ladeado hacia la derechona Peninsular Mediterránea, a quien, acostumbrada ella al gris marengo, se le saltan las lágrimas en cuanto el mundo le saca los colores y le levanta las faldas para mirarle las vergüenzas.

Niña, deja que levante

 tu vestido para verte.

 Abre en mis dedos antiguos

la rosa azul de tu vientre.

 

Sí señor, esa misma, la que dice que no saca a los varales del ayuntamiento la bandera de colorines del Día del Orgullo porque sería hacerle un feo a los días de otras patologías y enfermedades catalogadas como tales en los Vademécum.

Tengo para mí que la tal alcaldesa no es tan cerril como aparenta con −valga la redundancia− semejantes semejanzas verbales como las que ha utilizado. O mucho me equivoco, o la señora munícipe es un topo (no me atrevo con lo de “topa”, no sea que me empitone). Y como tal topo, va ella provocando como sin quererlo, con tal arte que no ha necesitado sacar banderillas negras al ruedo para, en lugar de castigo, dar un extra de visibilidad a un colectivo para quienes ya en 1944 −año glorioso para una servidora por ser aquel en el que vino al mundo− se subvencionó la construcción de campos de concentración donde poder estabular y apartar del mundanal ruido a homosexuales y otros “enfermos”, a decir de la señora alcaldesa, mientras que los hombrones oficiales se tocaban el pandero.

Preciosa tira el pandero

 y corre sin detenerse.

 El viento-hombrón la persigue

 con una espada caliente.

 

Si ella, en lugar de salir a la palestra a hacer recuento de enfermedades con bandera, se hubiera limitado a sacar una idem al balcón como símbolo de lo que debe contemplarse con el orgullo propio de quienes no tienen por qué ocultarse, la cosa hubiera quedado reducida a colores pastel sin más. Pero, como ya he adelantado, ella es demasiado “ella” como para conformarse con lo descolorido, y no iba a dejar pasar la ocasión para rememorar viejas glorias expropiadas del baúl de los recuerdos y apuntarse el tanto de que se hablara de ella en abundancia.

¡Y lo ha conseguido! ¡Hay que ver la cantidad de fotos, fijas y móviles, que está acaparando ella solita y por méritos propios!

¡Preciosa, corre, Preciosa,
que te coge el viento verde!
¡Preciosa, corre, Preciosa!
¡Míralo por dónde viene!
Sátiro de estrellas bajas
con sus lenguas relucientes.

 

Lo que pasa es que, como en cualquier despropósito de “cerrilaje”, siempre surgen imprevistos, flecos colaterales, eslabones perdidos, y… ¡sorpresa, sorpresa! A la difusión evitada le han brotado raigones, y los tantanes han funcionado de rebote, poniendo en fuga dicharachera a la lenguarica.

Preciosa, llena de miedo,

entra en la casa que tiene,

más arriba de los pinos,

el cónsul de los ingleses.

 

¿No querías caldo de colores? Pues ahí tienes tres tazas.

El inglés da a la gitana
un vaso de tibia leche,
y una copa de ginebra
que Preciosa no se bebe.

 

Y, además, el más sincero agradecimiento de las gentes de todos los colores por ponérnoslo a huevo para poder celebrar ese día con semejante difusión y propaganda gratuita y sin malos aires.

Y mientras cuenta, llorando,
su aventura a aquella gente,
en las tejas de pizarra
el viento, furioso, muerde.

 

En CasaChina. En un 28 de Junio de 2024

COLOR ARCO IRIS

  Dedicado a todos los que sufrieron por tener que esconderse para amar mientras los otros hacían visible su guerra y sus demonios. Y ...