Hoy, en un 7 de Agosto de 2023 que no volverá a repetirse (por lo que decido escribirlo con mayúscula), descubro en mi periódico de cabecera esta fotografía del Ayuntamiento de La Puerta de Segura, con esas dos palmeras desmochadas en la puerta, que me recuerdan al famoso ...olmo seco/ hendido por el rayo y en su mitad podrido, y no puedo dejar de pensarlo:
¿Y si...encima de esas dos palmeras secas, hicieran un "bujero" allí donde las hambres del picudo las hirió de muerte, y lo rellenaran de tierra, y embutieran dentro una de esas plantas tan de nuestra tierra?
Por ejemplo, un geranio. O una adelfa, la flor que resiste en cualquiera de los muchos barrancos de Jaén.
Hacer florecer en la puerta de nuestros consistorios, heridos de abandonos, hasta a la misma muerte y sus paradojas: esa es la cuestión.
En CasaChina. En un 7 de Agosto de 2023
PALMERAS SUCUMBIDAS
Resiste
la verticalidad de las palmeras
heridas por las hambres del Picudo
llegado de muy lejos.
(¡Ay, este ir y venir de iniquidades…!)
Hay manos laboriosas, peregrinas,
deseosas
de hacerlas florecer
allí donde el mordisco de la muerte
dejó sus dentelladas.
Algo tendría que hacerse.
Digo yo…
Se trata de preñarles las entrañas
con tierra de nogueras y de olivos
y alientos paradójicos,
y trinos de zorzales,
para que el corazón,
en carne viva,
vuelva a latir un éxodo de pájaros sedientos de retornos
a esta tierra de todos y de nadie.
Se trata
de hacerlas florecer en inmigrantes.
Se trata de volver a las raíces.
Se trata de volver a echar raíces.
