30/2016
¡Pérdidas y ganancias!
Es tiempo de hacer cuentas
y balance.
Un “debe” y un “haber”
que ya no me atosigan con sus desasosiegos.
DEBE:
La tarea por hacer hecha está ya.
Y nada debo.
Descuento la caterva inmaterial de tiempo ocioso,
de nombres malgastados en desidia
(me disculpo)
y anoto en mi inventario nombres nuevos.
Amé
disparatadamente, sin cautelas,
invirtiendo en amor
hasta el amor de paso o de prestado.
De amor contaminé mi periferia
y por amor
me desenamore de los olvidos.
Aposté,
al novísimo amor del cada día,
todo mi capital,
sabiendo de antemano,
que al juego del amor gana la banca.
Invertí mis últimas monedas
al as de corazones
de todas las barajas de la vida.
Y pude aligerar en mis espaldas
el peso de la inútil calderilla
del “qué me das a cambio”.
Lo que había de perder ya lo he perdido
y bien perdido está.
HABER:
En nuestro comedor
todas las sillas están ahora vacantes
dispuestas para nuevos convidados.
Cenaré con las sombras de mis muertos
que no ocupan sillón. Aunque me habiten
la línea inmaterial de los recuerdos
que he ido almacenando.
Por fin lo perdí todo.
Todo está por ganar.
¡Qué rentable, que útil es la pérdida!
En “CasaChina”. En un 23 de Diciembre de 2016.
