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Mostrando entradas con la etiqueta MORIBUNDARIOS. Hoy ELENA CAMY la que en 1959 era la primera de la clase en el Colegio de Las Carmelitas de Jaén. Mostrar todas las entradas
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miércoles, 15 de mayo de 2024

ELENA CAMY RUS EN MI MEMORIA

 

(Moribundarios)

 

Nuestras vidas son los ríos/ que van a dar a la mar que es el morir

Jorge Manrique.

83/2024

A mi lado, −con mis desproporcionados 14 años longilíneos y desgarbados de 1959− era ella, la Elena Camy que yo recuerdo, una chiquilla recogidita, de pelo corto y siempre revuelto, algo rubicunda, graciosa y dicharachera de por sí y, sin discusión alguna, la primera de la clase. (La segunda, que se sentaba a su lado, era una tal Cristina ¿Morcillo? ).

Yo me sentaba a mitad de la clase y en la fila central. Total, como siempre, promediada: ni la mejor, ni la peor; ni a la izquierda ni a la derecha; ni esto ni lo otro. Sin sobresalir demasiado en nada de fundamento para una nena de entonces que no fuera mi delgadez de espingarda, mi estatura extravagante y la pena siempre disimulada por lejanía de mi casa.

Ella era la mejor, la que siempre estaba en el cuadro de honor, la que cada mes lucía la medalla roja, máxima distinción en las calificaciones, la que siempre tenía la respuesta acertada en cualquier materia. Pero, sobre todo, la líder sin discusión a la que todas queríamos parecernos, incluida su rival y compañera de pupitre.

Ella, además, era EXTERNA, que era lo mismo que tener casa con abracitos nocturnos de padres; y, para atravesar los inviernos de Jaén, seguro que con mesa camilla y brasero donde aprenderse las materias del día siguiente que la INTERNAS teníamos que memorizar algo encogidas por el vaho gélido de aquel “salón de estudio”  con estanterías donde se guardaban los libros de la colección ESCÉLICER, y del que salíamos de una en una, camino de la prematura cena y el dormitorio común, sin un mal abrazo en el que refugiar miedos de preadolescencia y enigmas como aquel pecado sin perfiles de “jugar-a-los-médicos” sobre el que nos advirtió un día sin mayores explicaciones don José Arriaza antes de salirse de cura.

Han pasado tantos años desde que ella, Emilia Camy, me confesó en secreto “yo estudiaré medicina; ¿y tú?”.

−Yo te juro por la Niña María que no se lo diré a don José Arriaza −le respondí, dispuesta a no traicionar a una muchacha tan valiente que ni siquiera le temía al pecado de querer ser médica.

¿Lo sería?

Sí, ha pasado mucho tiempo… Y, sin embargo, nunca pude olvidarla. Ni a ella, ni su secreto de patio de recreo, ni su nombre, con el que hoy me encuentro de nuevo en la página de obituarios del DIARIO JAÉN. Que también para eso vale un periódico: para devolvernos el recuerdo de quiénes fuimos y quienes se van, aún después de muertos.

 

En CasaChina. En un 15 de Mayo de 2024

NO ME NIEGUES. ÓYEME - Brevería

  (Brevería50)   Si junto dos negaciones en una sola frase y digo   “NO-SOY-NADIE”, es que “SOY-ALGUIEN”. Esa es la regla gramatical...