(Pan-demia)
No.
No nos empeñemos.
No hay evasión posible.
La Cosa
ha tomado al espacio por rehén
y ya no queda franja sin flagelo.
Esta Cosa nos tiene rodeados,
nos asedia, nos cerca, nos mantiene
alertas, trabados en el pánico.
Nos pisa los zancajos si corremos,
nos desalienta el aire,
nos muerde la estampida a dentelladas.
Por momentos
pareciera que arría los avisos,
que silencia
el gemebundo toque de campanas,
de lúgubre badajo.
Apenas por segundos
pareciera que afloja los amarres,
simula que nos deja rebullirnos,
que tolera
respirar de seguido varias veces.
¡Alertas! ¡Todo es falso!
Ved cómo de improviso
vuelve a engarfiar con saña convulsiva
su invisibilidad emponzoñada
y ataca sin piedad y por la espalda
lo mismo que un rufián patibulario.
La Cosa sigue ahí
con su guadaña.
Y nosotros… estamos cansados.
Muy cansados.
En CasaChina. En un 27 de Noviembre de 2021