VA DE...Batiburrillo literario

jueves, 29 de agosto de 2019

COMERSE UNA COMA


(Gramatiquerías)

        Lo de comerse una coma cuando se escribe puede tener consecuencias tan fatales como las que parece sugerir la escultura de esa plaza de Berna, el tal Kindlifresserbrunnen, cuyo origen nadie ha sabido explicarme hasta ahora.

        No es lo mismo decir “vamos a comer niños”, sin coma, que “vamos a comer, niños”, con una hermosísima coma entre “comer” y “niños”, que libra a estos últimos de ser enguyidos por mandato de quien habla.

        La regla es sencilla: cuando se usa el vocativo -eso que sirve para llamar, pedirle, ordenarle o preguntarle a alguien algo- HAY QUE PONER UNA COMA ENTRE LA PERSONA A LA QUE SE DIRIGE UNO Y LO QUE SE LE DICE:
        ¿Estamos de acuerdo, colegas?

martes, 20 de agosto de 2019

NO ME RALLES QUE ES PEOR


(Gramatiquerías)
        

          Si es que aquel día, cuando delante de testigos (mi amiguillo el coronel) comenzó a echar por su boca toda la ordinariez que había mamado en la primera bocanada de (mala) leche que tomó, tenía que habérselo dicho:


No me ralles que es peor…
      
          Pero ¿y si me rallo -o me rayo- y confundo en la letra adecuada, y acabo por desafinar en el tono y en la debida armonía de la música como aquella pobre criatura...?
         Porque, lo de rallar/rayar ¿se escribe con “ll” o con “y”?

      Bueno, a lo que estamos: ¿lo de raLLar/raYar ¿se escribe con “ll” o con “y”?
       Pues miren ustedes: depende.
 
RaYas verticales
        Si lo que no quiero es raLLarme, o indignarme, o sentir vergüenza ajena delante de forasteros, o desmenuzarme, o reducirme a briznas y tirajos en plan zanahoria, no seré yo quien eche mano de cualquier rallador mellado; o quien, en plan masoquista, vaya a que me rallen con semejantes ordinarieces allí donde no pienso volver de momento, para no caer en la tentación de rebajarme a responder a cualquier gaznápira de esas que, a golpe de injuria rústica, imponen la animalada de no dejar entrar animales a las ermitas en brazos de sus dueños, pero les permiten la entrada a lagartones y lagarteranas deslenguadas, de las que siempre y por siempre quedan/permanecerán en la memoria como ejemplo vergonzoso de cerrilismo montaraz incapaz de pedir disculpas… 

             Pero si lo que quiero es comerme un buen filete de ese pescado electrizante y calambroso que es la raYa, pues ¡hala!, a por el anzuelo de la “Y”.
          O si se trata de dibujar raYas de carretera, o de comprarme unas varas de tela de raYas para hacerme un trajecito de presa de temporada, o simplemente quiero contarle las raYas a un MilraYas, pues a por esa “Y” que no sé cómo se las apaña para raYarlo todo.

         Mientras tanto, ahí queda el dibujo hasta que CrisPin lo mejore.

En CasaMágica. En un 20 de Agosto de 2019

CARTA ABIERTA A MIGUEL FERNÁNDEZ PALACIOS GORDÓN

  (Periodiqueando adherencias)     Querido Miguel: (y permíteme que, a falta de conocencia propia, eche mano de ese “querido”, form...