VA DE...Batiburrillo literario

sábado, 12 de septiembre de 2020

IMPENSABLE. IMPOSIBLE LA "NUEVA NORMALIDAD"

           106/2020

         Y yo, a pesar de la machaconería con que se insista en repetirse en mi entorno, me niego a pensar en la posibilidad de su existencia.

 Me refiero a eso que llaman “la nueva normalidad”.

        Es impensable.

        Es imposible.

         Jamás volveremos a los tiempos de la inocencia culpable y tontorrona; aquellos tiempos en los que creíamos en la existencia de un mandamiento nuevo nunca escrito con letras de imprenta, pero que germinaba en nuestro interior como una mala semilla acurrucada en los intersticios de lo peor de nosotros mismos:

“Odiaos los unos a los otros”.

Por mucho que, los que viven de tupirse con manifiesta indigencia léxica, se desgañiten intentando reconducirnos a esa “nueva normalidad”, es impensable que vuelvan los tiempos en los que el enemigo era cualquier esbirro adorador de siglas desteñidas por los colores de viejos lapiceros sin punta dentro de plumieres obsoletos; por mucho que escuchemos lo de “a las trincheras de lo irracional, que vienen los malos”, nadie saltará desde su embotamiento hasta esa guerra ajena.

Ahora, tras el estupor del Largo Silenc

io a lo invisible
, sabemos que nuestro enemigo es común, activista infatigable y demasiado pequeño para que nadie pueda señalarlo con el dedo índice apuntando en la dirección más rentable.


 Creedme: es impensable, es imposible volver a aquello.

Lo nuevo, esto que vino sin que nadie pudiera manejarlo, adoctrinarlo o sobornarlo, es tan anormal que merece la pena intentar vivirlo sin normalizar viejas maneras.

Así que vayamos pensando en un “esto” nuevo muy distinto a aquella “normalidad” hecha de miradas torcidas y obediencias bovinas −que no “bobinas”− de rumiantes de sospechas baladores de odios, inoculados como una vacuna contra el bendito virus de la bonhomía.

El precio que hemos pagado para enterrar aquella normalidad junto a nuestros muertos ha sido demasiado alto.

¡Bien venidos a lo anormalmente nuevo! Time to Say Goodbye de Catrin Welz-Stein

En CasaChina. En un 11 de Septiembre de 2020

 


sábado, 5 de septiembre de 2020

PANKEIO: EL PASTOR DE LUMBRES

 105/2020
(Fábulas de Aznaiteia)

Solo unos pocos iniciados ven más allá de las fronteras de lo lógico.                                    Ellos son los magos.

          Curiosamente, ese año, cuando todos esperaban que aquellas minúsculas fogatas que comenzaban a despuntar aquí y allá en mitad de la noche, dispersas a lo largo y ancho por el Valle de los Lloros, acabaran juntándose entre ellas, hasta consumar el gran incendio que los más viejos venían vaticinando desde siglos atrás, los lugareños de la Aldea del Remonte escucharon silbar al pastor, y alcanzaron a ver, sin asombrarse demasiado, cómo las lumbres se organizaban y se ordenaban, como si fueran un gran rebaño, bien enseñado y sumiso, que emprendía el camino, barbecho alante, engullendo, voraz a su paso, los desperdicios que las hoces de la siega habían abandonado sobre lo llano de las hazas amarillas.

         Entre silbos expirados y chifle de dulzaina, el pastor guiaba a sus lumbres con precisión de flautista de Hamelin. 

        Hubo quienes, conservando todavía un tímpano sin malograr, alcanzaron a oír hasta el rechinar de los dientes de las lumbres segando la ponzoña.

         −¿No habíamos prohibido la quema de rastrojos? −se enfurruñó el alcalde desde el otero más esquinado del Remonte.

         −Sí señor −respondió el municipal− pero ya no quedan rastrojos que quemar en mitad de tantísimo barbecho.

−No vas a negarme a mí lo que están viendo mis ojos.

−No señor; Dios me libre. Yo estoy aquí para servirle a usted. Lo que le digo es que ese pastor que usted conjetura, y al que quisiera enchironar para acallarle su dulzaina, tal parece que sabe manejar y persuadir a su hato sin necesidad de soliviantos. Creame usted si le digo que, a la larga, por donde pasa va dejando más beneficio que perjuicio. Y si no, mire usted lo ordenadicas que lleva sus lumbres, avanzando a tajo, guardando siempre las distancias entre ellas y alimentándose de las basuras desdeñadas durante la siega. Y es que, ya se sabe: donde haya un pastor de lumbres con oficio, que se quiten los bomberos voluntarios.

−Pero la ley es la ley.

−Si usted lo dice…

*   *   *

Nadie cayó en la cuenta de que, al año siguiente, tras el parejo paso estival de El Pastor de Lumbres, la Aldea del Remonte no recibió la visita de la ponzoña.

Entonces comenzaron a olvidarse de Panakeio, que así se llamaba aquel pastor de lumbres, y volvieron a pensar otra vez en lo rentable de la siega, aunque luego, año tras año, fuera apelotonándose el peligro reseco de los rastrojos por quemar.

 En CasaChina. En un 5 de Septiembre de 2020

martes, 1 de septiembre de 2020

RESPUESTA A UN SUELTO DE JUAN CANO PEREIRA

 104/2020

          “Tres eran tres”.

        “No hay dos sin tres”.

        “A la de tres va la vencida”.

        Y así el refranero nos acuna de tres en tres, para inculcarnos que sin un buen trío no hay desempate.

        “Vaya tres patas p’a un banco” −me digo mientras lo releo por tercera vez.

He necesitado una noche entera para “pensa-disfrutarlo”. Para disfrutar este hermoso artículo, de Juan −digo− en el “IDEAL de Sierra Mágina”, sobre la presentación de nuestros tres libros, “LOS NIÑOS DE LAS CARAS” de Juan Cano Pereira, “NUEVE RAZONES” de Gloria Nistal Rosique, y “VIRGO FIDELIS” de mí misma, en distintos rincones de esa Sierra Mágina que me abduce.

Y lo he disfrutado, −el artículo de Juan, digo, vive Dios− por muchas cosas.

PARA EMPEZAR, lo he disfrutado comprobando que el nombre de Gloria Nistal Rosique (tan entrañable para mí) es ya tan “magineroso” ( que es como decir imprescindible en Sierra Mágina) como el de cualquiera de nosotros, los oriundos. Se van cumpliendo mis lejanos sueños de ver a nuestra Sierra Mágina convertida en una gran jaima literaria, donde no haya anfitriones e invitados; asentados y temporeros, nativos y forasteros, para acabar por convertirnos todos −aborígenes o incrustados− en consistencias de lugareños arraigados o aclimatados a la recacha de LA GRAN ALDEA CALIZA donde se escriben hechos inauditos y vidas mágicas injertado todo ello en patrones inmemoriales.

Lo tengo dicho: para “sentir” y “sentirse” Sierra Mágina hay que saber de injertos. Y es que, a fin de cuentas, si buena, esencial y sabrosa es la aceituna que brota del acebuche, (por muy “menual” que sea), fueron los injertos los que dieron esplendor a la inicial (e iniciática) minimez concentrada en los oleastros silvestres hasta llegar a los sesenta y seis millones de olivos de nuestra provincia.

SEGUNDO porque el suelto de Juan Cano Pereira es una manifestación de generosidad sin fronteras con la que nos engrandece a nosotras, a Gloria y a mí, convertidas en libros viajeros, sin darse cuenta de que, por encima de todo, el verdaderamente enaltecido por sus propias letras es él.

Siempre he sentido una especial admiración por los seres naturalmente generosos, tanto como me ha fascinado comprobar cómo esa misma generosidad intrínseca se convierte en el podio donde la vida coloca a los más grandes. (Y Juan lo es).

PARA TERMINAR, la glosa de Juan sobre mi libro “VIRGO FIDELIS” me lleva a la querencia de volver a leerlo como si yo fuera él, y como si, en lugar de ser una mujer escritora, fuera un hombre escrito por mí misma. Porque, bien pensado, es cierto que mi libro −como siempre− está habitado y “contaminado” por mujeres de distintas partes del mundo en general, y de Sierra Mágina en especial; pero ahora caigo en que, cuando tuve que valerme de personajes/hombre, con el firme propósito de que esas páginas no se convirtieran en un gineceo desmadrado, no tuve que esforzarme mucho para tratar a los hombres de <VIRGO FIDELIS> con toda la piedad que germina y brota ante la contemplación del sentimiento de culpa universal que se instala (y se injerta) con idéntica intensidad en hombres y mujeres hasta convertirnos en seres asustados dispuestos a pagar la manumisión de nuestros propios miedos, aunque sea a plazos.

O, lo que es más triste; hipotecando nuestras vidas

de por vida.

 
Miedo/ fidelidad.

Miedo/culpa reclamando un ritual liberador

Los "PARES ENFRENTADOS" que ahora al fin contemplo, CULPA versus FIDELIDAD, se fortalecen con las palabras de Juan, que, como “NIÑO DE LAS CARAS”, fue injertado en “culpas”, propias, ajenas, inducidas o importadas, pero a pesar de sus miedos, ha sabido SER FIEL a una infancia redimida de culpa a través de su novela iniciática, “LOS NIÑOS DE LAS CARAS, que yo, tras prologarla desde el alma, quise −y creo que conseguí− hermanar con la redención contenida en mi “VIRGO FIDELIS”, y ello a través de las “NUEVE RAZONES” con las que Gloria puso poesía en un reparto de culpas ajenas que asumimos como nuestras hasta hacerles sitio en nuestra mesa y engullirlas como un mal trago necesario.


Mientras reflexionaba en el artículo de Juan Cano sobre las presentaciones “maginerosas” de nuestros TRES LIBROS, vino a mi mente (¿se me presentaron?) el cuadro de “Abraham y los tres ángeles”, tres seres de luz a quien Abraham, el primero de los tres patriarcas que recibe el mandato de trasladarse a la Tierra Prometida, comparte su tienda y su pan.

Miro ese cuadro al que me refiero, anónimo y durmiente en el Museo del Prado, y siento que Sierra Mágina es Abraham. Y nosotros tres, Juan, Gloria y yo misma, redimidos por obra y gracia de la diversidad en nuestras tres distintas escrituras, hemos viajado, físicamente o con el deseo del corazón, hasta la TIERRA PROMETIDA DE SIERRA MÁGINA, para compartir nuestro propio pan, que no es otra cosa que LA PALABRA.

¿Se puede ser más afortunados?


En CasaChina. En un 1 de Septiembre de 2020

ELENA CAMY RUS EN MI MEMORIA

  (Moribundarios)   Nuestras vidas son los ríos/ que van a dar a la mar que es el morir Jorge Manrique. 83/2024 A mi lado, −co...