VA DE...Batiburrillo literario

lunes, 24 de julio de 2023

PASEN Y LEAN... Hoy a Manuela Rosa Jaenes

...Hoy a Manuela Rosa Jaenes

Mujeres como ella –como Manuela Rosa Jaenes—, capaces de analizar hechos políticos como si fuera lo más sencillo del mundo, son mis “héroas”.

Será por mis propias carencias; pero, desde siempre, he envidiado a dos tipos de mujeres: las que manejan las matemáticas como quien hace punto y las que saben hablar y escribir de política de corrido como si ya nacieran aprendidas en una materia que para mí es un verdadero galimatías.

¡Hay que ver lo que se aprende leyéndote, Manuela!

Yo no me perdería el artículo de esta erudita en urnas que hoy nos trae el DIARIO JAÉN en su página 15.

 En CasaChina. En un 24 de Julio de 2023

 

domingo, 23 de julio de 2023

DESDER-H-ECHIZADA


 

68/2023

Principiaba el mes de julio guasapeándome con una de esas criaturas a las que, por aliviarles nostalgias, les dicen “jurista-de-reconocido-prestigio”, magistrado en la reserva por más señas, excusándome por no escribirle antes, y de cuyo mensajeo rescataré algún parrafejo para justificar lo que en realidad quiero decir sobre las “desder-h-echización”, que viene a ser algo así como un descreerse del Derecho en estado puro y hechizarse por la Mediación, a la que muchos −juristas y terapeutas principalmente− ven como la gran amenaza intrusista de nuestros tiempos:

“Muy buenos días. Sí, de vez en cuando nos silenciamos. O tú o yo. Quizá estos silencios sean necesarios para mantenernos vivos. Es como “cerrar-por-inventario” la cañería de los afectos y así poder catalogar y ordenar distancias. Acertaste al buscar compañía para este último trayecto; a veces los espacios de lo que queda por vivir se hacen demasiado silenciosos. (Ya ves: vuelvo a lo de los silencios)”.

Seguía mi mensaje hablándole de los habitantes de mi jardinillo urbano “…pisito bajo madrileño…donde viven un cerezo, propiedad exclusiva de las urracas; dos ciruelos "reina Claudia", un manzano, un granado, dos cipreses, un abeto, un albaricoquero −del que me han salido 15 frascos de mermelada−, tres olivos −picual, gordal y cornezuelo−, un caqui, un níspero, un limonero, un celindo, un chopo, una higuerita, un aprendiz de nogal, un avellano y muchos, muchos rosales, entre otros matojos, apretujados unos a otros como Dios les da a entender. En un mínimo cenador de la esquina he colgado un comedero de pájaros, y ahí están ellos, pendencieros y glotones, sembrando alpiste en el suelo. El conjunto lo cierra un estanquillo artificial donde malviven 4 peces que se comen las larvas de mosquito y boquean al atardecer. Ay, esos peces sin palabras... Me hacen recordar todas las palabras que se nos quedaron en los labios a los que hemos vivido ya más de la cuenta…”.

Tras tan deslavazada descripción, me ladeaba hacia mi querencia por lo de escribir: “Mientras tanto, también yo sigo escribiendo, aunque no de Derecho. Cada vez estoy más "desder-h-echizada" desde que vivo en la Mediación −que ya va para casi un cuarto de siglo−”.

¿Pillan lo de la “desder-h-echización?

Seguía mi mensaje con una afirmación que es a donde yo quería llegar: “Lo de la Mediación viene a ser algo así como un “mire-usted, que-esta-pelea-es-mía-y-me-la-apaño-yo”. Y seguía: “Esta misma mañana pensaba que los juristas somos como traficantes de armas: si no hay guerra, nos la inventamos para que no se detenga la cadena de producción, empezando por los diseñadores de armamento hasta llegar a la tropa; y, cuando digo tropa, me refiero a la de trinchera. A los que disparan al aire de puro miedo a que, si lo hacen a ras de tierra, acaben matando al enemigo y se queden sin clientela a la que seguir matando, y luego se quejan de que caigan del cielo ángeles heridos de muerte”.

Necesitaría yo un espacio mayor que este pedacico de hoja de periódico para poder referir todo lo que hay que decir sobre la Mediación; pero es lo que hay: 4000 caracteres. Así que echemos hilvanes, que tiempo habrá dentro de poco para los pespuntes.

Conocí la Mediación cuando el siglo XX estaba dando las boqueadas, y yo comenzaba a boquear con cierta fatiga en lo de las leyes en ese juego perverso de ganadores/perdedores, repitiéndome cada día “no-es-esto; no-es-esto”. Me apliqué a lo de mediar cuando algunos terapeutas del alma, conscientes de que el conflicto es conflicto, pero no enfermedad, decían lo mismo que yo: “no-es-esto; no-es-esto”. Cuanto más avanzaba en lo de devolverle a los antagonistas su protagonismo dentro de sus querellas, entonando un convencido mea culpa por la expropiación emocional, más me desderechizaba del mundo del Derecho, y más me hechizaba descubrir la capacidad resolutiva de los contendientes. Así fue mi conversión: como santo Tomas, me caí del caballo cuando iba a cazar a mi Damasco legal.

Y aquí estoy: Med-hechizada.

 

En CasaChina. Julio de 2023

 

martes, 18 de julio de 2023

¡NUNCA MÁS!

(Urneando400)

75/2023

        Al grito de “atacando que es gerundio”, y recién salido de la punta del carboncillo del tal Eduardo Vañó Pastor, se lanzaba el Pedrín del “RobertoAlcázar” a puñetear a los malvados contrincantes de su jefe, encerrilizándose en lo de repartir mamporros entre infieles y sarracenos.

        Algo que se aúlla por cosos, parques y estadios en estos días urneros y pegajosos me ha recordado aquellos gerundios de soldado raso, voceando a grito pelado consignas repartidas a granel, haciéndome sospechar que tanto jaleo debe obedecer a que, a falta de buenas razones, necesitan subir el volumen del aparato para compensar las lámparas fundidas.

¡No señor! No me vale lo de hacer oídos sordos, porque ¡…cuán gritan estos malditos…!

“¡Vamos a acabar con todas esas leyes que dividen y destruyen!”, −vocifera ahora el eslogan uno de esos “RobertoAlcázar”, de una de las cofradías aspirantes a gobernar en este convento.

¿A que suena bien?

Cuando estaba a punto de dejarme seducir –por el eslogan, que no por sus carteleros−, le doy una oportunidad a ese reflejo que vengo cultivando día a día, hora a hora, minuto a minuto: ¡Piensa, criaturica mía, piensa! ¡Piénsatelo dos veces! ¡Ojo con la oculta potencia de las palabras!

Las palabras son tan poderosas como el ojo de un huracán, donde todo gira y se retuerce a velocidad de vértigo a merced de la fuerza rotatoria dominante.

Además, no olvides –me alerto— que en el trio de ases del RobertoAlcázar y del Pedrín había un tal Goliat que, a la primera de cambio, te descoyuntaba aplicando la ley del más fuerte.

Retrocedo con cautela antes de dejarme atrapar del todo, y deletreo tan sugerente propuesta:

“¡Vamos-a-acabar-con-todas-esas-leyes-que-dividen-y-destruyen!”

¡Uf!

¡Ya lo veo!

Cuestión de gramática parda otra vez.

Se trata de un mero accidente gramatical. Eso de la gramática que te trae a ti de cabeza.

Venga: un esfuercito más.

Creo que me han querido colar un sujeto de la oración equivocado.

¡Vaya! Como dice el refrán: de darme gato por liebre.

 Y yo, pobre de mí, a punto he estado de picar el anzuelo y embobarme con el señuelo.

¡Piensa, criaturica, piensa! Repite. Analiza:

“¡Vamos-a-acabar-con-todas-esas-LEYES-que-dividen-y-destruyen!”

        ¿Lo pillas?

        ¡Pues claro! Eso es: no son LAS LEYES las que dividen y destruyen, sino QUIENES LAS HACEN.

Y QUIENES ELIGEN A LOS QUE LAS APLICAN

        Así que… voy a ver a quienes les doy algo tan potente o más que las palabras: ¡Mi voto!

 

En CasaChina. En un 18 de Julio de 2023

 

ELENA CAMY RUS EN MI MEMORIA

  (Moribundarios)   Nuestras vidas son los ríos/ que van a dar a la mar que es el morir Jorge Manrique. 83/2024 A mi lado, −co...