70/2022
(CroniActualidad)
Que Carlos AlCaraz es un CraC en lo de ColoCar pelotas, y Colarlas allí donde la raqueta del Contrario no puede alCanzar sin CasCarse las propias ídem es un hecho.
Lo que a mí me enCorajina es eso de eChar mano de lo de mentarle los adminíCulos a la Criatura para que no se aCongojone Cuando está en pista.
Me refiero a lo de las TRES CCC.
¡Será por CES!
Y es que resulta algo Cargante que, siguiendo el mantra de las TRES CES del abuelo del Chiquillo, pueda darse por bueno que para Coseguir ser alguien en el tenis haya que embestir la Cosa Con Cabeza, Corazón y Cojones; y me enCoCora la tercera C, más que nada, por una razón de CoChinas CarenCias: porque una servidora tiene que Confesar que aCumula sus Complejos y se siente aCosada por algo muy CerCano a la Castración de Casquería. Aquí, la menda CareCe de adminíCulos Cojonudos. Lo mío es lo ovarudo.
Claro que, eChando mano de algún suCedáneo lenguaje inClusivo, siempre podrían Convertirse los Cojones en Coños y todo arreglado para lo de Conseguir llegar (a donde sea).
Personalmente, sin embargo, preferiría un Canje distinto: ¿Qué tal Cabeza, Corazón y CORAJE? A mi manera de ver, eso del Coraje incluye a partes iguales Criadillas y Clítoris en la misma proporción; y, además, esCueCe menos al oído.
Y, además, suena más “Ñ” de EspaÑa.
