VA DE...Batiburrillo literario

miércoles, 1 de marzo de 2023

NIÑA MALA


A ella, que quizá no sepa que es una “NiñaMala”con quienes no son otra cosa que unas “NiñasViejas”

 13/2023

Llegarás si es que llegas a la abrupta vejez,

Niña.

Y, entonces,

alguna jovenzuela como tú, con mímica arrogante

irá desmigajándote tu alma en pedacitos,

Niña,

y la irá repartiendo y racionando de a poco entre los perros,

Niña,

como quien echa mendrugos a los peces

del estanque del parque del Retiro,

de Madrid.

 

Escucha, Niña:

cuando hablo de lo de repartirse los despojo,

yo no hablo

de los desfallecidos perros callejeros,

Niña.

Hablo de los abstrusos sabuesos de salón:

los mismos que sestean abundancias hundidos en el cuero

de esas salas de juntas con alfombras

y olor a naftalina.

Los que tienen aurigas en la puerta,

 se visten con ropaje de epífita fragancia,

y se compran al peso en la medina taciturnos galenos personales.

Hablo de esos

con los que tú compartes cada día,

Niña,

los más nobles sobrantes de lo nuestro,

de esta ancianidad que tanto te desvela

viendo cómo se alarga, apenas demandando

un poco de ternura bien ganada para su desabrigo.

Niña.

 

Llegarás −si es que llegas−,

Niña,

a esta orilla oxidada de la vida.

Extenderás tu mano hacia un futuro fatalmente extinguido.

Palparás desolada el abandono de todos tus palmeros

y te preguntarás

qué fue de aquellos tiempos de oropeles, de halagos y de rosas.

Pero no habrá piedad.

Ya no habrá tiempo

de ponerle remedio al extravío de toda tu enseñanza;

de borrar

esa ferocidad impresa en las agendas

de una recién parida y aplicada aprendiz de “NiñaMala”.

 

¿Qué vas a hacer entonces,

Niña?

 

En CasaChina. En un 28 de Febrero de 2023

 

lunes, 27 de febrero de 2023

GATILLAR: Mediación y palabrarusas

 

¡Oído Mediadores! Libro avizor...

    Los tiempos de los tanteos ya pasaron.

    Entre pasado y presente apenas hay un amago para poder afinar la puntería.

        El futuro de nuestro empeño pasa por la ponderación con la que "gatillemos" para transformar los códigos de la convivencia

En CasaChina. En un 27 de Febrero de 2023 

martes, 14 de febrero de 2023

RAMPLONAS, DESHOJADAS Y DESOJADAS

 La JUSTICIA bien entendida comienza por uno mismo

19/2023

      Tres son los soportes de una verdadera sostenida y sostenible democracia: educación, sanidad y justicia.

        La administración de los tres está transferida al Estado, desde donde, o se dota a cada uno de ellos de los necesarios medios humanos, intelectuales y financieros para que cumplan su función o se está sembrando de minas el campo de una convivencia justa, pacífica y soportable.

        Como jurista veterana aunque a punto de entrar en vía muerta, veo con tristeza cómo las tres extremidades de esta democracia que se ganó con tanto esfuerzo y sufrimiento se está deteriorando día a día, a ojos vista, sin que quienes padecen las consecuencias −que fuimos, somos o seremos todos sepan que no siempre las cosas fueron así, y que aún se está a tiempo de remediar e impedir que las tres diosas de nuestro personal olimpo se conviertan en "rentables" conveniencias  ramplonas, rituales deshojados y cegueras desojadas.

        Dejo hoy para los sanitarios y para los docentes su propia proclama, sin perjuicio de que en mejor momento arrime yo, −como docente que fui y paciente que me siento−, mi propio granito de arena.

      Hoy me referiré a los juristas.

        Tienen derecho a saberlo.

        Los actuales juristas tienen derecho a saber que hubo un tiempo en el que, como adujo con voz férrea en la impresionante sala del Tribunal Supremo aquel ilustre abogado que tuve el honor de conocer, Rogelio Villaplana, “un abogado, cuando toma la palabra en defensa de su cliente, es Dios; y a Dios no se le interrumpe, aunque se acabe el mundo”.

    Tienen derecho a saber que en aquellos tiempos un justiciable, a pesar de verse sometido con “la pena de banquillo” antes de ser condenado o absuelto, gozaba, sin embargo, de uno de los más inalienables y sanadores derechos: el de ser escuchado sin interrupciones premiosas, porque nadie osaba limitarle su derecho al uso del tiempo con la ramplona disculpa de “tenemos-muchos-juicios-hoy-y-poco-tiempo”.

        Lo peor de todo es que quienes así acosan, urgen y someten a sus semejantes no son sino víctimas de la indigencia provisoria de los que manejan la caja, y meten la mano en ella con tanta generosidad y avaricia para sí mismo como miseria para los servicios públicos más sagrados.

        También los esbirros de los que mandan lo que hay que hacer tienen derecho a saber que no es eso… no es eso….

        Sucede que todo derecho apareja una obligación simultánea.

        Los actuales juristas, sea cual sea el lado del estrado en que se aposenten, tienen la obligación de reclamar que se les devuelva la divinidad de su función, hurtada por deshilachadas puñetas teledirigidas, siempre dispuestas a obedecer la indigente tiranía de lo mediocre, tan timorata y sometida como quienes demandan de ellos, y resumida en un “abrevie-señor-letrado-que-no-tenemos-tiempo”.

        Tienen derecho a saber que, a fin de cuentas, cualquiera de nosotros somos potenciales alumnos, enfermos o justiciables.

       Los justiciables (que somos todos por manumisión y transferencia del derecho de "venganza" al Estado) tenemos el derecho a recibir una respuesta sin rígidas acotaciones del máximo de folios permitidos en un recurso −como si la Administración de Justicia fuera un pobretón concurso literario−. Derecho a un enjuiciamiento y, en su caso, un ajusticiamiento digno, donde no nos veamos reducidos a peleles en manos de los hombres de negro con sayones de prestado.

        Derecho a ser oídos, escuchados y entendidos en nuestro propio idioma, sea cual sea la longitud de nuestro discurso.

        Y eso −derecho y deber− se hace/paga/sufraga/exige desde abajo.

        A no ser que se sea tan torpe que lo que se pretenda es “subir” como sea, a costa de pisotear los hombros de quienes sujetan la base para mantener la torre de los "trepadores" in-humanos, sin caer en la cuenta de que, cuando se llega a la cumbre de una torre tan inestable, lo siguiente es caer al suelo.

En CasaChina. En un 14 de Febrero de 2023

 

ELENA CAMY RUS EN MI MEMORIA

  (Moribundarios)   Nuestras vidas son los ríos/ que van a dar a la mar que es el morir Jorge Manrique. 83/2024 A mi lado, −co...