(Periodiqueando)
69/2024
Una nueva
publicación en la página 62 del DIARIO JAÉN de hoy, primer sábado de mayo de 2024,
me lleva a tres sensaciones:
La primera es de gozo al saber de buena tinta −nunca mejor
dicho− el alcance internacional de este premio. ¡618 obras llegadas de todos los puntos cardinales! ¡Cómo no sentirme
satisfecha ante semejante difusión! ¿Qué poeta que se haya “trabajado” a
conciencia hasta exprimirse sobre los papeles no se sentiría honrada al recibir
semejante reconocimiento “entre todas las obras” llamadas a la mesa de los
señores de las letras?
Y, para
mayor gozo, se nos informa de que el marcador nos coloca en empate dos a dos: dos
hombres y dos mujeres somos hasta ahora los elegidos en este premio que
traspasa fronteras.
La segunda es de gratitud hacia el jurado que
emitió su fallo. Ellos me/ nos leyeron, me/ nos sintieron, me/ nos analizaron y, finalmente, me señalaron con ese dedo sanador que me caldea este último
tramo del camino de palabras que ando en recorrer. Espero, pero, sobre todo,
deseo poder un día ver a cada miembro del jurado cara a cara y retornarles en la
calidez de un abrazo este gozo que me han proporcionado al señalar a LOS HABITANTES
DEL PÁRAMO como una obra digna de trasladar a los lectores el
conocimiento de una tierra a la que amo tanto que muchas veces he pensado
que Dios debiera haber añadido un undécimo mandamiento a los diez de su Ley.
Por si la cosa fue un olvido involuntario, y sin que quepa interpretarse que
trato de enmendarle a Dios la plana, aquí dejo, Dios, mi propuesta de poeta por
si acaso:
“Amarás
a tu tierra con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente… y pronunciarás
su nombre y escribirás de ella como de ti misma”
La tercera es más una afirmación que una
sensación: puedo afirmar y afirmo que he cumplido mi propio
mandamiento con tanto empeño que quienes me conocen en cualquier lado del mundo
que he visitado saben lo cansina que puedo llegar a ser a la hora de encomiarles
y hablar sobre “…una tierra de todos y de nadie, entre África y Castilla,
llamada Al-Ándalus”. Y dentro de Al-Ándalus encontrarán la tierra de Jaén,
ese muestrario donde Dios de ensayó con especial y divino preciosismo, inventando
y dibujando cualquier paisaje que pueda encontrarse en cualquier otro lugar del
mundo: desierto y vergel, bosque y montaña, campiña y valles. En fin, cielo y
tierra que se tocan como al descuido.
Permitidme, pues, afirmar
desde donde ahora estoy, para conocimiento de los que vienen empujando con su
carga de palabras y poemas, que…
Si este premio ahora mío
vale
para que cada poeta que me conoce
en cualquier parte del mundo
sepa que amándola se puede ser
PROFETA EN LA PROPIA TIERRA
bien venido sea
Y,
mientras ascendéis
a profetas de vuestra tierra os repito lo que siempre os dije:
¡Venid a conocer,
a amar y a escribir sobre Jaén!
…como yo fui a
amar y escribir
sobre lo vuestro
En CasaChina.
En un 4 de Mayo de 2024