VA DE...Batiburrillo literario

jueves, 27 de septiembre de 2018

EL SECRETO DE LOS MIEDOS


CosiCosas de Piturdo-5

El miedo se acaba cuando ya no se tiene nada que perder
Soco

Para Piturdo la guerra se terminó aquel 1 de Abril de 1937, cuando lo de los aviones.
Ya no tenía padre a quien acompañar por las calles en busca de algo que echarse a la boca o que llevarle a las señoras para el sustento. Ni madre que de cualquier yerbajo sacara unas sopas benditas echando al puchero un pedazo de lagarto o un pajarillo de los que él cazaba con su tirachinas por detrás de las peñas del Castillo. Ni prevención a que cualquier noche se parara en la puerta principal una de las camionetas de milicianos desmandados de los que andaban a la caza de fascistas, dispuestos a rebuscar donde fuera con tal de encontrar a las señoras para apiolarlas.
 Ya no le quedaba nadie de quien tuviera que ocuparse muertecico de miedo.
Ni siquiera la guerra le daba miedo; porque acababa de descubrir que el miedo se acaba cuando ya no se tiene nada que perder.
Canelo y Miau eran los dos únicos seres que lo miraban como diciendo “¿a ver, a dónde vamos ahora?”. Pero por ellos no sentía temor, porque sabían buscarse su propio apaño. Y, además, ¡Quién iba a querer fusilar a dos animales escuálidos cuyos huesos no daban ni para aguachirle!
      Se acabó la guerra porque se acabaron los miedos.       
Ahora eran tres desgraciados sin nada de que asustarse.
Había llegado la hora de seguir viviendo.

 En “CasaChina”. En un 27 de Septiembre de 2018

miércoles, 26 de septiembre de 2018

LA CONGOJA DE SEGUIR VIVO



  
 CasiCosas de Piturdo – 4

            Si era o no verdad lo de que los aviones habían venido a Jaén a vengarse del ataque de los milicianos en Córdoba era algo que le interesaba más bien poco a Piturdo. Su único delito era haber ayudado a su padre a esconder a la señora vieja y a la señorita Casilda en la bodega para que los milicianos que fanfarroneaban por Jaén pensaran que se habían ido. Eso, y bajarles por las noches cualquier cosa con la que mantenerse hasta que pasara lo peor de la guerra o tuvieran noticias del señor desde el frente. Cuando los aviones comenzaron el espurreo, Piturdo atravesó el jardín corriendo, justamente en el momento en que una bomba hacía saltar por los aires la casucha del fondo con sus padres dentro, y otra atravesaba la casa grande estallando dentro de la
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bodega. A lo mejor, si él hubiera corrido más, le habría dado tiempo de retirar los sacos terreros de delante del portillo del encierro, y las dos mujeres se hubieran salvado. A lo mejor, si él se hubiera quedado en la casilla del huerto, sus padres hubieran sido los que salieran a socorrer a las señoras. Pero la vida tuvo la mala sombra de dejarlo como el único superviviente. Y, bien pensado, no sabía muy bien qué hacer con su vida sin tener a quién dedicársela. En eso estaba pensando, envuelto en polvo y en sangre de rasguños, cuando escucho los gruñidos del Canelo y vio al Miau escabullirse por debajo de los escombros. 
      Y supo que tenía que seguir vivo por alguien.

En “CasaChina”. En un 27 de Septiembre de 2018

HABITANTES DEL PÁRAMO CON TOGA Y BIRRETE

    (Actos y Eventos) Honor que mi tierra me hace...  ¡Cómo no amar a mi tierra!