CosiCosas de Piturdo-5
El miedo se acaba cuando ya no se tiene nada que perder
Soco
Para Piturdo la guerra se terminó aquel 1 de Abril de 1937, cuando
lo de los aviones.
Ya no tenía padre a quien acompañar por las
calles en busca de algo que echarse a la boca o que llevarle a las señoras para
el sustento. Ni madre que de cualquier yerbajo sacara unas sopas benditas
echando al puchero un pedazo de lagarto o un pajarillo de los que él cazaba con
su tirachinas por detrás de las peñas del Castillo. Ni prevención a que
cualquier noche se parara en la puerta principal una de las camionetas de
milicianos desmandados de los que andaban a la caza de fascistas, dispuestos a
rebuscar donde fuera con tal de encontrar a las señoras para apiolarlas.
Ni siquiera la guerra le daba miedo; porque acababa de descubrir que el
miedo se acaba cuando ya no se tiene nada que perder.
Canelo y Miau eran los dos únicos seres que lo miraban como diciendo “¿a ver, a dónde vamos ahora?”. Pero por ellos no sentía temor, porque
sabían buscarse su propio apaño. Y, además, ¡Quién iba a querer fusilar a dos animales escuálidos cuyos
huesos no daban ni para aguachirle!
Se acabó la guerra porque se
acabaron los miedos.
Ahora eran tres desgraciados sin nada de
que asustarse.
Había llegado la hora de seguir viviendo.
En “CasaChina”. En un 27 de
Septiembre de 2018