VA DE...Batiburrillo literario

domingo, 22 de octubre de 2023

SEÑORAS y SEÑORES

 

(Gramatiquerías)

142/2023

Observen. Escuchen. No se lo pierdan. Cualquier discurso formal, cualquier discursante que se precie, concluye el capítulo vocativo de los saludos con un “señorAs y señorEs” que, si hacemos caso a los Mandamientos de la Ley de la Real Academia Española, resulta ser sospechoso de insurrección gramatical digna de mención.

Arrancar, lo que se dice arrancar, su excelencia el conferenciate arranca sus disertaciones de marras marrando femeninos, con un saludo personalizado, y detallado de manera minuciosa, que va de mayor a menor, aunque cuidando de no hacer una alusión de género general −valga la ¿redundancia o asonancia?−, y ello porque el sancta sanctórum (o sanctasanctorun si así lo quieren) de la Lengua Española tiene dicho que no se puede redundar en lo genérico, teniendo en cuenta que ya es “genérico” el uso del masculino sin más, en el que se entienden incluidas las excelentísimAs y las ilustrísimAs asistentes. (¿O son “asistentAs”?).

Yo misma, al iniciar este cuchicheo, y ponerle el título, −SEÑORAS y SEÑORES− he recibido la algorítmica y escandalizada reprimenda del corrector de Word, en forma de énfasis subrayado y coloreado que a punto estuvo de hacerme subir los antiguos colores de la infancia ante la amonestación recibida: “revise la expresión; es redundante”.

¡Cachis!

Y, sin embargo, si no recuerdo mal, lo de “señoras y señores” es lo ineludible, ¡lo distinguido!, en cualquier disertante que se precie.

Veamos…

El último discurso que yo recuerdo es nada menos que el de Su Majestad el Rey, en la ceremonia de los Premios “Princesa de Asturias”, que, más o menos, vino a ser así: “excelentísimOs e ilustrísimOs representantes de…, excelentísimOs presidentes de…, ilustrísimOs no-se-cuántos… Todo ello, como ya he dicho, con observación de reverencial obediencia a los Mandamientos del Ripalda de la Lengua Española, sin hacer una alusión expresa de género.

Hasta que, llegado el final, superadas las excelencias y las ilustrencias, degradados en el escalón inferior de los tratamientos, ni el mismísimo Rey (ni nadie que se precie de su categoría limpia de cateteces) no remate con un sonoro “señorAs y señores”, individualizando expresamente el masculino y el femenino, que deja en el público un regusto a “este sí que sabe, y no esos palurdetes de tarima de cafetín…”.

Y digo yo:  si de toda la vida de Dios lo correcto, lo exquisito a pesar de lo “genérico”, ha sido lo de “señorAs y señorEs”, ¿a qué viene tanto tiquismiquis con la inclusión genérica discursiva en todo lo demás?

 

En CasaChina. En un 22 de Octubre de 2023

jueves, 19 de octubre de 2023

BELICOHUMANOS

                                                                      55/2023

Según dijeron, éramos

pura inhumanidad.

aunque eso sí:

doliente.

Pero el tiempo

iba cumpliendo años

que

pasaban en silencio,

sin contarnos

la verdadera historia de lo nuestro.

Era lo ignominioso.

 

En CasaChina. En un 19 de Octubre de 2023

 

viernes, 29 de septiembre de 2023

SOMOS LO QUE LEEMOS

Dicho queda

Ayer amanecí en Jaén y me dormí en Madrid, ahíta de emociones, después de haber sido huésped parlante de la Real Sociedad Española de Amigos del País, donde me invitaron nada menos que a “lenguajear”, que es como mi maestro, Humberto Maturana, llamaba a esto de ser y sabernos seres humanos.

¡Cómo poder describir a mis anfitriones! Fueron mis compañeros de mesa  e introductores en el acto un hombre, que preside con especial elegancia esa institución conocida simplemente por “La Económica” −Antonio Martín Mesa−, y una mujer, Manuela Rosa Jaenes, que hace que muchas mujeres nos sintamos orgullosas y pagadas de serlo porque ella dignifica nuestro género desde su puesto de adjunta a la dirección del Diario Jaén. ¡Esta mujer inmensa…!

Pensaba yo durante mi viaje de regreso a casa en esas buenas gentes de Jaén, que me hacen regresar una y otra vez a mi tierra en busca de la bonhomía, y volvía sobre la idea de que vivir no es otra cosa que escribir con actos propios lo que van a leer los que nos siguen, como nosotros leímos en la vida de quienes nos precedieron. Somos lo que leemos, concluí anoche, antes de dormirme.

Esta mañana me despierto con una CARTA AL DIRECTOR en la edición digital de mi periódico de cabecera, que me confirma mi último pensamiento de anoche: somos lo que leemos.  Y yo leo con verdadera aplicación esa carta al director. Escrita por Oscar Pérez González, el enfermo de ELA, con una incapacidad del 67%, a quien su médico le dice que debe andar una hora por la mañana y otra por la tarde si quiere seguir medianamente en condiciones, pero cuyo andador no se lo ponía nada fácil, hasta que lo aborda por detrás una tal Ana, sin más señas, y le regala un andador que ella (o quien quiera que antes estuviera junto a ella) ya no lo necesita.

Esa carta de Oscar que leo apenas levantarme es como una bocanada de aire fresco que me llega desde mi tierra, y con la que me desayuno a falta de poder desayunarme una rebanada de pan recién tostado, sentada al fresquito mañanero de la Plaza de las Palmeras.

Me refocilo. Es Jaén, que sigue ahí, dispuesto a dejarse leer y aprender en toda su largueza.

Cada cual tenemos nuestros propios andadores, inservibles si no es para que otros puedan usarlos cuando lo necesiten más que nosotros.  

Mi andador multiuso son las palabras; y a fe mía que las comparto.

¿Se dan cuenta lo que me hubiera perdido si no tuviera yo cada mañana un periódico de cabecera que leer?

En CasaChina. En un 29 de Septiembre de 2023

 

TU DERECHO A DECIRLO

  (Periodiqueando)   ¿Tolerante yo? ¡Vamos, anda! A ver: ¿quién de nosotros nos atreveríamos a sostener que "toleramos" a quiene...