90/2021
Esto de amar tanto a mi pueblo es como lo de las madres con sus hijos: que nadie se los toque; pero ellas pueden partirles la crisma de puritito amor en cuanto se equivocan. Todos nos equivocamos alguna vez. Yo la primera. Propongo que utilicemos los errores para hacer sana crítica. Pero, sobre todo, para hacer literatura. Hé aquí un microrrelato de 100 palabras justas sobre un comunicado a todas luces mejorable.
RELATO
−Que venga el enterrador −urgió el alcalde.
Entró el hombrecillo sacudiéndose de las manos los restos de tierra emponzoñada que había dejado en ellas el cabo del azadón y se llevó la derecha a la gorra que, al retirarla con gesto servicial, sacó al descubierto pegajosos mechoncillos de pelo apelotonados en sudor.
−¿Ya lo enterraste?
−Sí señor.
−¿Cuantos quedamos?
−Nosotros tres.
−Escribe: cero positivos.
En CasaChina. En un 10 de Julio de 2021