En memoria y consideración a Guillermo Fernández Vara:
un espejo donde buscarse.
PazCiencia Política - 155/2025
Habla la radio de curriculums de corta y pega y, como suele acaecerme, me quedo embelesada con lo que dicen: Fernández Vara no necesitó nunca del “corta y pega” curricular.
¡Sí señor! Cuando se tiene de qué vivir por méritos propios, ni se apetece lo ajeno, ni se precisa rodrigón para sostener la propia derechez, ni se cae en la tentación de falsearse las hechuras delante del espejo del retrete con adendas adventicias.
Ni se amaga el percudirle los caireles al contrincante para ocultar los menesteres de lustre en la jaez propia.
El político recién “dimitido” del encargo de existir llegó a la política con las alforjas curriculares bien repletas por méritos propios. Tenía de qué vivir porque se lo había buscado a pulso, quemándose las pestañas encima de los libracos de hacerse un porvenir. Por eso no precisaba de hacer horas extraordinarias con cargo al erario para dedicarlas al “corta y pega” de curriculums. Tenía más para prodigar que precisión de arrebañar las sobras en peroles ajenos.
No sabía él, ni le importaba demasiado, que toda una hornada de cigarrones a medio cocer se pusiera a restregar sus élitros contra el tronco de la envidia, tratando de sacar lustre de donde no había, para emperifollarse las indigencias.
Ahora que lo pienso, vivir de la política antes de tener de qué vivir es un sinvivir de remurguillos.
En CasaChina. En un 6 de Octubre de 2025

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