VA DE...Batiburrillo literario

lunes, 11 de septiembre de 2023

LO DE MOVISTAR y SU SERVICIO TÉCNICO


(Quejamentario)

125/2023

Este fin de semana le tocó a mi hermana. El pasado, a mí. 

¡Mi despacho de abogada sin teléfono desde el viernes por la mañana al martes por la tarde!

Que la avería no nos pille en fin de semana. En el 1004 solo quedan RESPUESTAS ROBOTIZADAS con acento de muy lejos, (que da razón del porqué de la “imposibilidad” de acceder a un supervisor del “respondiente”), TUTEO RAMPLÓN desconsiderado que no corrigen ni a demanda de la usuaria, y una OPORTUNISTA OFERTA PUBLICITARIA de no sé qué nuevo aparato. 

Cuando CUATRO DÍAS DESPUÉS llega el operario de CANDITEL, −“Empresa Colaboradora de TELEFÓNICA”, informa de que el parte acaba de llegarle a su teléfono (me lo muestra y reenvía) y que no puede quedarse a reparar la avería porque “tiene muchos partes en espera, y que, si quiero, me da nueva cita para el día siguiente”

¡…!

Lo dicho: No nos quejemos de quienes tienen llamada a distancia, que es peor. Pero...quejémonos. Y que suene lo que tenga que sonar.

 En CasaChina. En un 11 de Septiembre de 2023

 

sábado, 9 de septiembre de 2023

MUJERES TARDÍAS - Pensamentario


(Late women)

De eso que vas bicheando por internet como quien hurga en una cesta de cerezas, y, tirajoneando[1] de aquí y de allá, aparece algo que se resume en el subtitular del encabezado de un periódico[2]: “el arte de conseguir las cosas tarde”, significación entresacada a su vez del avance sobre una serie o algo así[3], cuyo eje conceptual se resume en un ‘late bloomers’, −flor tardía−.

Lo cual que lo susodicho me lleva a desembocar en otro entardamiento de cosecha propia hasta llenarme de bonanza: “late women”. ¡Mujeres tardías!

Como yo, que he tenido que pasar por todas esas inestables “edades de Lulú” tan llenas de eventualidades, por toda esa confusión de la petulancia, por todas las vanidades mal atajadas y los fracasos mal engullidos, para alcanzar lo que me gusta llamar como mi estado categórico, que no es otra cosa que la vejez. La plenitud de la vejez.

 ¡La rotundidez!

¿Existe algo más rotundo que una anciana?

Si ahora fuera desesperadamente joven, me preguntaría: ¿tenían que pasar tantísimos años para llegar a esto? A lo de ser tan razonada como razonablemente feliz, digo.

Pero no soy joven. Afortunadamente, ya no lo soy. Anduve mi camino y, aunque con algún que otro peldaño suelto, unos pocos enflorecidos y alguno más apolillado en su entraña, he tocado techo.

Iniciar la andadura no tuvo mérito: me echaron al mundo, y ahí te las apañes. Lo dificultoso llegó cuando me retiraron el andador, que vino a coincidir con lo de desaparecer lo último que me quedaba con mayor talento, mi madre, dejándome a mí en primera línea de salida hacia la meta final.

Entretenida como estaba en presentarme a concursos donde me certificaran que era la primera “metista” (léase conseguidora de metas) no me di cuenta de que ganarse la vida es mucho más que llegar a la meta demasiado pronto.

Por si no me estoy explicando, pongo un ejemplo: supongamos que en una carrera de obstáculos pusieran la meta al principio de la carrera y los obstáculos en un recorrido posterior. ¿Ven? Ya no quedaría estímulo para seguir corriendo.

Perseguir éxitos antes de estar entrenadas para no morirse de ídem es como ponerse el maquillaje encima de la crema limpiadora: se corre el riesgo de que el maquillaje se corra.

Lo mejor es que las cosas lleguen cuando tenerlas pueda convertirse en gozarlas y perderlas no se convierta en una calamidad. Entonces es cuando se alcanza el éxito sin riesgo de hacer el ridículo de arruinarlo.

El mío, mi éxito está en haber perseverado y permanecido hasta convertirme en esta mujer tardía que soy ahora.

 En CasaChina. En un 9 de Septiembre de 2023



[1] TIRAJONEANDO: gerundio del verbo TIRAJONEAR, (que tampoco existe).

[3] El éxito de ‘Solo asesinatos en el edificio’ trae de vuelta la denominación ‘late bloomers’: aquellas personas que escapan de la cultura de la inmediatez y se anotan una victoria a su ritmo y en sus propios términos

 

 

viernes, 8 de septiembre de 2023

DOBLE CERO - MicroSoc


(MicroSoc50 + BreveriaS10)

119/2023

En el campo de las ideas disyuntivas −que yo llamo “doble cero” por lo de “o, o”−, cada vez estoy más segura de no estar segura de nada que me obligue a optar excluyendo: O esto O lo otro.

Preferir es distinto. Eso lo trasiego con frecuencia. Y oscilaciones diarias.

 

En CasaChina. En un 8 de Septiembre de 2023

 

LOS NUEVOS FLAUTISTAS DE HAMELÍN

(Periodiqueando) 162/2024 Caigo en mitad de esa doble página literaria tan llena de palabras mágicas, con la que nos encandila el Di...