Mi querido Nene de Lana:
No te incomode que para comenzar escriba “querido” en lugar de aquel “estimado” tan rancio que nos gastábamos cuando las nenas teníamos que guardarnos hasta de respirar si no queríamos estar en boca de “próceres” y “próceras”.
Porque, vamos a ver: ¿tú piensas que tú y yo, tan poca cosa en apariencia, habemos menos poderío que los que se engríen delante de la procesión?
Pienso que no me estoy explicando en condiciones, así que voy a contarte una vieja historia que dice más de lo que yo pueda decir.
La cosa sucedió allá por el mes de julio de 1899, nada menos que en un sitio tan grandísimo como NuevaYork. Las calles de ese poblachón estaban a bosar de nenes de carne y hueso que se ganaban la vida vendiendo periódicos que antes les compraban por 50 centavos a un tal Pulitzer, amo del “The New York World” y un tal Hearts, del “The New York Journal”.
Después del desbarajuste que está armando ahora el Trump, no te extrañará si te digo que aquellos dos señorones decidieron subir el precio de los periódicos que les vendían a los nenes, y que estos, unos cinco mil más o menos, entre los 5 y los 15 años, disconformes con semejante abuso, hicieron piña en el Puente de Brooklyn, bloqueando el tránsito durante días, y negándose a vender más periódicos, hasta que los magnates dieron su brazo a torcer, como parece que ahora lo esté haciendo el Trump de las narices.
Te contaré que el cabecilla del motín, tuertecico él por más señas, los arengó con esta proclama: Amigos y compañeros de trabajo: este es el momento en que debemos mantenernos unidos como la pega. Sabemos lo que queremos y debemos conseguirlo así nos quedemos ciegos.
¿Tú me entiendes, nene? Pues ya estás diciéndole a la Ana que las mujeres decimos que…Así nos quedemos ciegas.
Querida y admirada Socorro: Cómo me alegra volver a leerte! No sé si me he perdido algún texto más pero leerte, es un placer siempre! Sigo pendiente de poder quedar contigo en algún momento libre que tengamos las dos. Un gran abrazo.
ResponderEliminar