VA DE...Batiburrillo literario

viernes, 27 de septiembre de 2024

ALUCINACIONES

 

169/2024

      Quiero pensar que no es cosa de la edad, sino más bien de alguno de esos malhadados bajones de azúcar visual y auditiva que suelen ser consustanciales a la facundia en la que germinamos y nos multiplicamos los escritores cuando nos juntamos a hablar de nosotros. El caso es que ayer, a eso de las ocho de la tarde, y cuando ya se nos anunciaba que intervendrían los últimos de la Calle Huesca número 7 de Madrid, sucedió algo que me hubiera hecho entrar en pánico si no fuera por esta tendencia mía a poner el oído cada vez que escucho hablar como a escondidas y de tapadillo.


El murmullo comenzó hacia arriba y hacia mi izquierda, allí donde el marrón de las estanterías le presenta batalla al blanco general, que es el color que domina en la nueva sede de SIAL PIGMALIÓN, en el número 7 de la calle Huesca de este Madrid nuestro en el que tantos liceos, ateneos, cafetines literarios, librerías y mentideros hay donde poder pegar la hebra, sin necesidad de tener que ir a juntarse en cualquier Speakers' Corner al más puro estilo londinense.

      Por cierto que, como no quisiera yo desviarme como siempre hago de a lo que iba hoy, que es lo de la inauguración del AULA LITERARIA que dirigirá ese sabio que es el profesor
Francisco Gutiérrez Carbajo
, recuérdenme que les hable en otra ocasión del día de la inauguración de la nueva sede, que fue el pasado día 12, y que no tiene desperdicio.

      Volvamos ahora a lo del Aula Literaria, cuya primera intervención magistral estuvo a cargo del profesor de la Universidad de la Manouba de Túnez, Ridha Mami. ¡Que gozo escucharlo sobre tema tan delicioso como la figura de Lorca! Con ese acierto propio de los grandes pedagogos avezados en el oficio, en lugar de ponerse a pontificar y pavonearse, comenzó con la mayéutica de la pregunta certera: ¿Quién es Lorca en el mundo árabe? Las respuestas se las dio él mismo: “Lorca para nosotros es un símbolo, un icono, un mártir de Al-Ándalus, que para todo árabe es el paraíso perdido, con Granada en el centro, como la última esperanza morisca…”.

    Y así estaba la tarde, metida en lírica, cuando, por detrás de la voz del ponente, comencé yo a percibir los bisbiseos de los nuevos habitantes de HuesSial –ya saben: el nombre que me he agenciado para resumirme a mí misma sobre la editorial SIAL y su nueva ubicación en la calle HUESCA–.

      ¿Ven?, si es que no puedo conmigo. Ni que fuera una escritora. En cuanto me descuido, me desmando y tiro por mitad de la trocha en lugar de estar a lo que estoy y seguir camino alante. 

    A lo que estaba y a lo que vuelvo, que era lo de los murmullos recónditos a espaldas de los asistentes.

      Como iba diciendo, entré en pánico cuando comprobé que los murmullos provenían de las voces de los múltiples autores encerradas en los mismísimos libros, que comenzaron de repente a inquietarse, primero en monólogos entrecortados y vacilantes; luego en diálogos confusos de tomo a tomo entre los más próximos y, al final, en auténtica barahúnda de pasapágina, sin la menor consideración con nosotros, los asistentes quienes, por otra parte, y quitada una servidora, no parecían darse cuenta de lo que allí estaba pasando.

Solo a Raquel, con esa discreción de la que siempre hace gala, la vi llevarse el dedo índice a los labios y mirar hacia los sediciosos, reconviniéndole a las estanterías el desbarajusta, como si les estuviera demandando silencio al jolgorio de los libros, quienes, sin darse por enterados, siguieron a lo suyo:

     
–¿Pero qué hacen estos humanos deshumanizados que no paran de hablar? –decía un libro que me pareció imitar la voz de una ausente Gloria Nistal?

      –¡Es que no van a acabar nunca con su facundia parlante en lugar de ponerse a lo que deben que es escribir! –se lamentaba ahora un libro de José Luis López Amigo mientras se ponía un apósito sobre una puñalada recién recibida en la página del último crimen.

      –Pues mira lo que está escribiendo la muy cursi de la Soco Mármol en su inseparable cuaderno de chismosa-sin-nadie-con- quién-hablar.

    -Lo que yo os diga que esa es una espía...

   Pues yo, a lo mío:

Recitaba en voz alta

el Poeta llegado del desierto.

Desde la blanca estantería, a mis espaldas,

los libros cuchichean fascinados

y sisean entre sí

cual fantasmal susurro de la arena.

Hasta que dan las ocho de la tarde.

Entonces

la profusa familia de los libros

prorrumpió  su diálogo entre líneas

de vidas en conserva.

 

En CasaChina. En un 27 de Septiembre de 2024

miércoles, 25 de septiembre de 2024

LO HICISTE, MANUELA ROSA

 

(Periodiqueando)

168/2024

        Muy señora nuestra, adjunta a la dirección (dos puntos).

        Se supone que debiera ser más respetuosa con la cabecera de esa sección rotulada  “Cartas al director” y dirigirle esta misiva al “idem”. Pero a mí lo que se me apetece hoy es dirigirte esta carta a ti, MujerEspejo en la que se miran ya las próximas generaciones de PeriodistasMujeres que, en lugar de inclinarse por las “labores periodísticas propias de su sexo”, ven cómo tú elegiste algo tan trabajoso como árido: la crónica política.

        Si te escribo hoy esta carta es porque sabes y te consta que te admiro, pero esa admiración merece −porque tú lo mereces− que se haga pública. Y qué mejor ocasión que la de tu charla en lugar tan entrañable de nuestro Jaén como nuestra Real Sociedad Económica de Amigos del País donde te contaste a ti misma con la sencillez de los grandes.

Por cierto, vaya nombre para tan hermosa actividad como es la de hacer amigos en un país tan enemistado a grito pelado, en la vocinglería de nuestros “representantes patrios” y que, desde luego, a mí no me representan, ni me representarán, ni los unos ni los otros, hasta que no bajen el volumen y pulan las maneras.

        Ya lo he dicho. Ya lo sabes: te admiro. Pero quiero decirte por qué, en esta ocasión, te admiro mucho más: porque tu volumen siempre es el cabal, ese que ayuda a atender sin rescoldera a lo que dices y a cómo lo dices. Porque la exquisitez de tus maneras no dan ocasión al desabrimiento, sino todo lo contrario. Pero, sobre todo, porque lo hiciste: elegiste el tono, el timbre, cantidad y e intensidad adecuados a quien vive de la palabra. Trabajan la palabra. Y llevan la palabra a un centro como ese en el que estabas. 

Y lo más importante: porque te hiciste preceder por el titular exacto: 

“JAÉN QUE ME QUITA EL SUEÑO”.

        Por todo eso, permíteme que te abrace en la distancia, y felicite en ti a todas las mujeres como tú, con un abrazo escrito, por esa sabiduría que hasta hace bien poco tiempo se les suponía a los hombres por el hecho de serlos y las mujeres debíamos demostrar y certificar: la sabiduría de emocionar y deslumbrar desde la palabra exacta.

        Lo hiciste, gran señora, lo hiciste: emocionaste.

 

En CasaChina. En un 25 de Septiembre de 2024

domingo, 22 de septiembre de 2024

LOS NUEVOS FLAUTISTAS DE HAMELÍN

(Periodiqueando)

162/2024

Caigo en mitad de esa doble página literaria tan llena de palabras mágicas, con la que nos encandila el Diario Jaén cada domingo, y no puedo por menos que tratar de retener el tabardillo que me entra cuando compruebo que el autor del cuento OSSA, Miguel del Olmo Escribano, ha dejado sin rematar ese cuento en el que ha abandonado a la intemperie una colección de cadáveres pajareros y un esqueleto anónimo pendientes de darles sepultura.

Y, en mitad del CampoSanto, el pobre conserje recién estrenado, tratando de enmendar el entuerto sin que el creador de la criatura escrita acabe de decirnos cómo.

¡Eso no se hace con una provecta paisana!

Y menos de mi edad, colega.

Al menos, podrías informar sobre la fecha aproximada de continuación “Ossea”.

¡Qué le vamos a hacer! Paciencia, y a ponerle sitio al quiosco de la esquina hasta que desentierren a Ossa II.

 

En CasaChina. En un 22 de Septiembre de 2024


sábado, 21 de septiembre de 2024

TU DERECHO A DECIRLO

 

(Periodiqueando)

 

¿Tolerante yo? ¡Vamos, anda!

A ver: ¿quién de nosotros nos atreveríamos a sostener que "toleramos" a quienes no piensan, hablan, sienten, adoran y sirven a o se expresan como nosotros?

Pues... Leed, leed lo que hoy, en su columna del Diario Jaén. dice el columnista José Antonio Torres que dijo un tal Noam Choscky

"...si no creemos en la LIBERTAD DE EXPRESIÓN DE LOS QUE DESPRECIAMOS, no creemos en ella".

¡Uf!

En CasaChina. En un 21 de Septiembre de 2024

martes, 17 de septiembre de 2024

ACEITUNAS −QUE NO “OLIVAS”− DE CORNACHUELO

 

 (Periodiqueando)

160/2024

       ¡Pero qué listísimos son esos del Diario Jaén! Mira que lo que maquinan hoy en la página 4…: ¡que las aceitunas −que no “olivas”− de cornachuelo, esas que solo conocen los más sabidos de la provincia de Jaén, sean declaradas nada menos que “Patrimonio Mundial de la Humanidad!

      Por nosotros, que no quede. En Jaén siempre hemos sido propensos a compartir lo más nuestro, con el de arriba y con el de abajo, sin hacer distingos. Y pueden estar seguros de que esas aceitunas son más nuestras que el mismísimo Santo Rostro.

“Cornachuelo”, como les decimos en Bedmar. O “cornezuelo”. como las mientan los que tal parece que más saben y menos las cataron, por aquello de los remilgos contra lo desconocido, y remilgos de “dijo-la-zorra-a-las uvas” frente a lo inalcanzable o a lo escaso. Sea cual sea el nombre que cada cual escoja, el caso es que esas aceitunas −que no “olivas− son nuestras particulares esmeraldas vegetales; algo así como el caviar verde del olivar. El maná nutricio para la sed de la travesía de nuestros desiertos aceiteros. No había pe’azo tierra que se preciara, allá por los años de aprovecharlo todo, que no tuviera una oliva de esas en su haza, a pesar de que fueran aceitunas de boca, (aceitunas; que no “olivas”) y no de aceite, que era lo buscado por rentable en aquellos tiempos en los que los mozuelos de mi Jaén intercambiaban entre ellos una información tan estrafalaria como literal a la hora de calcular fortunas de las mozas casaderas:

“Mira si esa tendrá olivas que hasta los ojos le lloran aceite”.

 

(“Olivas” con haldares y refajos; que no “olivos” con calzones y fusta en ristre).

 

Lo de conservarlas comestibles era otro cantar. Hasta que no le encontraron el truco de la salmuera, esas aceitunas eran de corta vida y de fácil ablandamiento, por lo que su disfrute se hacía tan efímero como un orgasmo, y su hallazgo en los mercados acababa por ser más dificultoso que lo de localizar un ro’al de setas de chopo o una almorzadica de alcaparrones en terreno de buscones de cartilla de racionamiento.

Hoy en día, aunque su cultivo y laboreo siga siendo escaso, están al alcance de cualquiera que tenga noticias de ellas y pase por una de esas gasolineras que más parecen abacerías de medina muslime que surtidores de “gasufla”.

¡Ay, señor, las aceitunas −que no “olivas”− de Cornachuelo! Quien tiene la ventura de catarlas una vez se empica para siempre. Cómo no será que hasta yo misma, blandeada desde la puericia en su querencia, tengo una oliva de esas en mi jardinillo de Madrid, a tamaño natural, y otra olivilla de cornachuelo tipo bonsái, plantada en un lebrillo allá por 1972, y que ahí sigue, tan añosa como yo misma, tan enana como productiva, a la espera de que un día, como tengo dispuesto, se junten en el lebrillo sus raíces con mis cenizas para hacernos compaña de por vida. Y, a ser posible, procesionado el olivo de casa en casa allí donde apetezcan recibirnos. Pero eso de hacernos compaña de por vida es otra historia.

De por vida de mi oliva, claro está, como patrimonio de mi  propia humanidad, que serán las raíces de ella.

 

En CasaChina. En un 17 de Septiembre de 2024

domingo, 15 de septiembre de 2024

CUADERNOS DE MUJERES - Poema en Caracas

 

(Encuentro Internacional de Escritoras)

33/2008

 

Para Mayda: La MuchachaPoeta resumida en versos

que una noche me regaló su tiempo inédito y virgen.

 

 

Cuadernos.

Tantos cuadernos como ojos

como manos

como pubis

como Mujeres muertas de sorpresa.

Y de poesía.

Cuadernos de Mujeres:

bocas regurgitando letra a letra

(temblor y expectativa)

todas las emociones del Encuentro.

En Caracas

–otra vez-

durante algunas horas

la voz de las Mujeres

reclusa en mil cuadernos

turbada en mil cuadernos

disuelta en mil cuadernos

eran híbridos ires y venires,

impudicias escritas en el aire

o en el yeso de todos los pasillos,

insinuaciones díscolas mudadas en poemas.

En Caracas

las Mujeres

–me dijo otra mujer recién llegada

que no era de las nuestras

no deben entrar solas en un bar

y pedir en la barra

una consumición de espera inútil

si es que la espera del hombre que no llega

tuviera que alargarse.

 

En Caracas

una Mujer no debe

–me hostigó aquel oscuro vigía de lo casto

con píngano en la oreja y pelo al cero–

sentarse en el respaldo del sofá del lobby del Hotel

(Paseo-de-las-Mercedes por más señas)

o todos pensarán en lupanares

y en MujeresBusconas “…que desdicen

de nuestra distinguida clientela”

 y tendrán que venir los vigilantes

con impolutos ternos de negrura

masculina

para poner orden en el paisaje de piel a barlovento,

y atarles los desmanes a las féminas

que no saben estar y comportarse

–ahora hablo de mí, cuando en Caracas–.

 

Pero en Caracas

en ese mismo espacio del “no debe

una mujer sentarse sin decoro”

yo sé que me llené de aliento fresco

como la fruta verde ferviente e inmadura.

Aire sin respirar aún.

Y luminoso.

 

Mujeres

inmortalmente libres y feraces,

insubordinaciones inocentes

menudeo de decires sincopados,

intercambio

de pujantes señales, de palabras

homilías furtivas, pecadoras

sin arrepentimiento y entre líneas

en todos los cuadernos de Mujeres.

 

Mujeres

de precoces sinónimos del verbo

táctil, apasionado y epicúreo.

 

Mujeres

conmovedoras, vivas.

Desmañadas

en sujetar las riendas su voz

ardiente, accidental y disoluta.

 

Allí

en Caracas,

entre todas las Hembras

preñadas por los faunos de lo escrito

una Mujer boricua –una muchacha apenas–

Poeta

–bendita entre todas las MujeresPoetas de la Tierra–

Mayda

me entregó aquella noche su ternura

hecha de exaltación de pan y vino

sobre la mesa

de una cervecería crepuscular

con asombro de ojos.

 Avizores del vuelo de un poema.

 

Esas locas Mujeres habladoras

de las que ahora hablo en la distancia,

rendidas

al licencioso abrazo de los versos

sembraron de poesía

la tierra embaldosada e impoluta

del Hotel

–Paseo-de-las-Mercedes por más señas–

en Caracas

delante de los ojos vigilantes de los hombres

vestidos de custodios.

 

En Caracas. En un 21 de Abril de 2008.

VIII Encuentro Internacional de Escritoras

DE PERDEDORES A GANADOR

 

(Jaeneando)

134/2024

Muy señor mío: A lo mejor tendría que haber encabezado esta carta con un protocolario “Excelentísimo señor”, dada su condición de titular del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible −que, entre nosotros, de “perdedora” a “ganador”, vaya nombrecito para el Ministerio que su excelencia dirige y que, de un tiempo a esta parte, no hay Dios que lo sostenga.

A lo mejor, desde mi condición de abogada (en ejercicio) a Licenciado en Derecho (en la reserva), hasta podría haberme permitido lo de encabezar mi carta con un “Distinguido Colega”, que es lo que me aprendí yo en algún formulario de buenas maneras de aquellos que se aplicaban cuando yo comencé a embutirme dentro de una toga sin puñetas y usted apenas levantaría un palmo del suelo. Pero a una no se le escapa que los tiempos cambian, y que ahora lo que se lleva es el mentarse unos a otros por el nombre de pila, o, a falta de referencia nominal, con un “oye-tú” democratizante, en lugar de aquel “en-pie-camaradas” hipado por las JONS en este país (iba a decir “nuestro” sin acordarme de que por entonces nada era “nuestro”) y vociferado con fervor patrio por La División Azul en tierras arias a donde fueron para remunerar al Tercer Reich que poco antes prestara su Legión Cóndor, con la que ya habrá leído usted que, el 1 de abril de 1937, les dieron p’a el pelo a los jienenses por resistentes y por rojazos, aprovechando que otro “excelencia” con medallas, de apellido Queipo, mandaba en los avioncillo ahí mismico, en el Acuartelamiento Aéreo de Tablada. Pero vamos a lo que estábamos, que es ese ministerio suyo, de nombre tan fastuoso como errado en su segunda parte. Digo lo de la retórica “Movilidad Sostenible”. Porque se me está ocurriendo a mí una cosilla que a lo mejor a usted (o a “su-excelencia”) le viene al pelo, y a mis paisanos los anima a ponerse de su parte.

   ¿Qué me diría usted si yo le dijera que, aprovechando la ocasión de estar donde está usted ahora, si usted me hiciera caso, usted pasaría a los anales de la posteridad como nuestro “héroo” jaenero por excelencia?

Verá usted: la cosa sería echar mano de cuatro o seis pedacillos de railes de desecho y enderezarlos, un poner, desde Ciudad Real hasta Jaén, de tal manera que nos llegara uno de esos AVE que corren tantísimo, y que dentro pudieran acomodarse esas criaturicas que se las ven y se las desean para venir a Jaén sin coche oficial.

Yo de usted no echaría en saco roto la propuesta. Piénsese que de este Jaén nuestro (ahora menos nuestro que nunca, incluidos los tiempos del cara-al-sol porque nos pilla más a trasmano que nunca) salieron oleadas de jaeneros sin posibles, que se fueron espurreando por esos mundos de Dios dónde sí que había posibles de los que tirar para ascender a las cumbres de la política, la economía, las artes, etc. Jaeneros de renombre los hay en Cataluña, en el Congreso de los Diputados, en la judicatura, en la banca… Vaya, donde quiera que usted dé un zapatazo, salta una criatura de estas tierras, siempre dispuesta a volver aquí en cuanto el tiempo se lo permite.

Ahora, piense usted que se decide a ponernos ese tren, y, al bajarnos de él, vemos una placa de esas de mármol, con su nombre cincelado a buril, y una leyenda de “…este tramo de nada fue promovido siendo Ministro de Transportes y Movilidad Sostenible el Excelentísimo Señor Oscar Puente… etc., etc…”.

Y que todo ese gentío, repatriado vacacionalmente por obra y gracia de usted mismo, se ponen a llevarle ramos de flores recién cortadas, y a echar cohetes, y a cloquearle la gracia, y

A ver: ¿cuántas bocas de las que ahora le hostigan como la Legión Cóndor hostigó nuestra ciudad tendrían que enmudecer para siempre ante semejante hazaña como la de lograr lo que nadie ha logrado hasta ahora como lo de ponernos un AVE a Jaén?

A mí se me abren las carnes solo con pensar en los tabardillos que nos ahorraríamos quienes, queriendo o sin querer, emigramos de aquí, aunque siempre dispuestos al regreso.

¡Venga! De perdedora a ganador: ¿Cómo lo ve usted?

 

En CasaChina. En un 15 de Septiembre de 2024

viernes, 13 de septiembre de 2024

QUIÉN ES QUIÉN EN MI TWITTER

157/2024

 Quién lo adivine en el primer segundo 

quedará exonerado de desplazamientos en tren

En un 13 de Septiembre de 2024

 

LA LONJA DE LAS PALABRAS

 El profesor Francisco Rodriguez Carbajo se dirige a LA FAMILIA SIAL

El profesor Francisco Rodríguez Carbajo se dirige a la FAMILIA SIAL

(Croniquilla de una inauguración editorial)

156/2024

Les contaré un secreto de escritora trasnochada −que lo soy gracias a los dioses que pastorean los rebaños de las palabras−: esto de escribir tiene tan personalísimos telenguendengues como criaturicas habemos entre quienes nos afanamos, poniéndonos a la tarea más o menos particular, oficial u oficiosa de mirarle los tientos a los decires. Y, además, hacerlo por escrito.

La anterior parrafada, que es la que le sale naturalmente a mi habitual fárrago, puede traducirse a algo más ligerillo de cascos:


Esto de escribir depende de la chiripa de cada cual para que le salgan al paso las palabras que se precisen para decir lo que haya que decir y encontrar un alguien que le ordene los dichos en forma de libro.

A mí, esta mañana, cuando me disponía a glosar el fiestorro que nos ofreció ayer tarde la firma SIAL PIGMALIÓN con motivo de la inauguración de su nuevo domicilio, me tomaron al asalto dos palabras:

·    LONJA

·    LAR

Acostumbrada como estoy a semejantes caprichos léxicos con los que me salen al paso palabrejas sueltas, me limité a escribirlas, negro sobre blanco, y a entretenerme en jueguecillos de sumar y convertir letras en dígitos, al más puro estilo “Académico-Justo-Bolekia-Boleká”, mientras aguardaba a que las dos palabras en cuestión decidieran por sí mismas lo que se supone que, según su capricho, yo debiera decir valiéndome de ellas:

·    L-O-N-J-A= 5

·    L-A-R=3

·    5+3=8

·    8=INFINITO

·    I-N-F-I-N-I-T-O=8

 

−¿Y ahora que hago yo con este ocho? −pregunté al Albur.

“Haz lo que te salga del mismísimo teclado −me ha parecido escucharle decir al Albur−; pero yo, en tu lugar, me centraría en lo de LONJA+LAR”.

Sin duda el Albur tenía una vez más sus razones para encarrilarme en lo que debía. Porque de lo que se trataba era de celebrar que SIAL PIGMALIÓN, LONJA DE LAS PALABRAS donde la haya, nos abría las puertas de su nuevo LAR, de su hogar palabrero. Y lo hacía a su manera: diciéndonos que las palabras no son stips de limosneo fruslero.

Las palabras brillan como el fuego del LAR y son como los peces: una mercancía con escamas superpuestas que debe ser expuesta en una buena LONJA.

Como, por ejemplo, la vieja lonja de pescado del Puerto de Santa María, a la que llaman “El resbaladero”. ¿Puede haber un nombre más brillante y fluido que ese?

¡Si señor! Una LONJA. He dicho una LONJA. Un lugar donde se ofrecen y se demandan por lo que valen los mejores y los peores peces. Donde, como en cualquier lonja que se precie, hay de todo: desde exquisiteces sacadas de zonas abisales hasta morralla de superficie para paladares de segunda, (que el hambre, como el sueño, es patrimonio de todos y, por ello, lo más democrático y de todo lo que pueda existir). Una alhóndiga donde poner a las palabras a charlatanear entre sí mientras llegan nuevos proveedores de MERCANCÍA y acuden a su reclamo ávidos consumidores de lo que se les ofrece: chucherías o artesanía pura; que de todo debe haber en la gran feria de las palabras para que los parroquianos puedan elegir a tenor de la disponibilidad de sus entendederas.

¡Sí señor! Ahora he dicho “MERCANCÍA”. ¿Por qué tantos remilgos ante palabras hermosísimas? ¡MERCANCÍA! Salida de nuestras entrañas. Como lo es la seda que gusanos laboriosos sacan de sus buches con mil fatigas para que los humanos la traigan, la lleven, la disfruten. Peor o mejor “mercancía”, pero MERCANCÍA.


Porque, digo yo: ¿qué son las palabras si las palabras, que son a mi entender lo más valioso del mundo, no pueden considerarse una preciosa “mercancía”? De mejor o peor calidad, pero mercancía, elaborada letra a letra con sangre, sudor y lágrimas por la gusanería de nuestras mentes, y “adecentada” y dispuesta por especializados mercaderes en los escaparates de las líneas de los libros con los que poder comerciar en honestos trueques.

Si las palabras no son eso, ya me dirán ustedes lo que son.

¿Acaso platos de lentejas con gorgojo de Antiguo Testamento?

¿Acaso bazofia de comedor de caridad?

¿Acaso papiros del Nilo cautivos de vitrinas cancerberas?

 


¡GLORIOSA MERCANCÍA!


¡DO UT DES!

 

EL TOMA Y DACA DE LA YA INDISPENSABLE

TEORÍA DE LOS JUEGOS

 

LONJA+LAR+REMUNERACIÓN A LA PALABRA = EDITORIAL FAMILIAR 

CON NUEVA SEDE

Eso fue la tarde de ayer: la celebración de nuestras palabras, más o menos acertadas, pero trabajadas a ciencia y conciencia.

Eso es: nuestras palabras tienen nuevo LAR, nueva LONJA a pie de calle, nuevo escaparate desde el que darle a cada cosa y a cada cual el brillo y el salario que merece.

Ayer tarde Madrid estaba envuelto en ese halo bienparido que le da a Madrid el otoño: ni frío ni calor en las calles, aunque en los interiores aún ronronearan esos aparatejos cenitales a los que los entendidos llaman Split, mientras que “los de la Familia Numerosa Sial” nos sentábamos a la mesa.

Ayer, en el número 7 de la madrileña calle Huesca de Madrid, a pie de calle, como cualquier LONJA que se precie, se abrieron las puertas de un nuevo LAR DE PALABRAS donde poder sentarse al banquete del lenguajeo.

¡Benditos sean estos lugares y su vocación de eternidad!

 

En CasaChina.  En un 13 de Septiembre de 2024

miércoles, 11 de septiembre de 2024

MESAS SIN MANTEL - Carta a Juan Infante

 

 (Epistolario con causa)

155/2024

Mire usted, señor Infante: porque una servidora yace y pace en Madrid. Que, si no, ahora mismo le cursaba una invitación a compartir mesa y mantel. O mesa de taberna sin mantel. O mantel en mitad del campo encima del hormiguero. El caso es hacer buenas sus palabras de que “…no se trata de comer mucho, sino de comer juntos…muchas veces”.

Ya que usted habla hoy de lo bueno dejuntarse a comer”, le contaré algo. Entre nosotros, le diré que existen lo que yo llamo Mesas sin Mantel”, que vienen a ser todo lo contrario de lo que usted predica: sentarse sola delante del plato nuestro de cada día.

¡Ay, si supieran muchos lo que es eso de sentarse sola delante de un plato…!

 

En CasaChina. En un 11 de Septiembre de 2024

TAMBIÉN ELLOS

  ( GitaneandoEnVerso ) Gitaneando en verso - 09/2025 También ellos… No es un grito fugaz y destemplado. Tan solo es un murmullo...