En algún lugar de uno de nuestros pueblos, del que no diré su nombre pero que cualquiera puede adivinar, sigue resistiendo al paso de los años esa oliva a la que le dicen La BienPlantá, que, junto con una higuera y un chozo, fueron (y quizá sean todavía) una finca mínima inscrita en algún Registro de la Propiedad de la comarca.
Debajo de esa oliva sucedieron muchas cosas que ella, narradora omnisciente y testigo de excepción, cuenta a su manera en el libro "VIRGO FIDELIS", a punto de ser presentado en sociedad.
De lo que La BienPlantá cuente, que cada quien se crea lo que quiera y tenga a bien, teniendo siempre presente que, salvo concretos pasajes históricos mejor o peor narrados, nunca sabremos cuándo miente y cuándo dice la verdad, si es que dice alguna.
Lo que sí que puedo afirmar es que existe. La BienPlantá existe.
Y, además, habla y pega la BienPlantá la hebra con quien quiera oírla.
La BienPlantá existe
Existe.
Os lo juro por Dios:
la Oliva existe.
Y habla con quien quiera que la escuche
si antes aprendió a oír sin espantarse
la sólida congoja del lenguaje
que impregna por los siglos de los siglos
la lóbrega maraña de la ausencia,
la crónica presencia del ausente.
Avistadla
en toda su altivez, sangre de aceite,
fiel inmortalidad al fin desagraviada,
insomne guardiana del civanto,
ese que en otros tiempos fue insurgencia
de cicuta, de eléboro y acónitos,
yerbas brujas
prontas a ser feroces verdugos casuales,
remedios sin remedio de lo triste.
Vedla
tozuda resistencia
crecida en su talada altanería,
mil veces rebrotada de unos troncos
hechos a la fatiga de lo recio,
a la inconstante lisonja de los pájaros.
Oídle
sus furtivos y rotos balbuceos,
sus lúgubres murmullos con la higuera,
comadre inmemorial junto a las zarzas,
que ahonda abrigaderos subterráneos
y le tienta a la tierra sus incógnitas
de amores inhumados,
y se duele,
al lado de la oliva,
con todos los que duermen a sus pies
un sueño eterno.
Miradla
(miradlas)
cómo aboca hacia el río su sed eterna
sobre una tierra seca, antaño desdeñada.
Deteneos.
Paraos a escuchar.
Hablad con ella.
Quizá quiera contaros sus enigmas:
los mismos que ahora sueñan en el libro
que duerme en mi regazo.
En CasaMagica. En un 5 de Agosto de 2020
Album de fotos de La BienPlantá
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