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domingo, 23 de agosto de 2020

ÚLTIMAS NOCHES EN SIERRA MÁGINA

 

Parroquia de Bedmar

A Gloria: que miraba nuestras mágicas noches hasta hacerlas suyas

 Eran aquellas noches

un desmande pulsátil de cocuyos,

un fárrago de ojos al acecho:

Los nuestros,

izados cual banderas sin mesnada,

−codicias terrenales−

brillando hacia el astral milagro de la noche.

Y los de las estrellas

bogando en nuestros ojos

−luciérnagas ajenas a sus brújulas−

hasta hacernos,

el cielo con tierra,

 un único reflejo con la noche.

 

¿Acaso fuimos ángeles,

y luego

éramos solo hombres desalados?

 

que volábamos alto creyéndonos galaxias.

Que exhalábamos soplos luminosos,

destellos de vías lácteas irreales,

alientos como lluvias de mercurio

huidos

desde la angosta cárcel de cristal

 de algún viejo termómetro.

Jadeos, como de amantes impacientes

que nunca ponían fin a su tarea.

 

que de las turbadoras noches

de nuestra Sierra Mágina

 hicimos un murmullo de luz descomedida

para abrirnos en dulces resplandores

como flores de loto en un estanque

donde la luna nueva da una tregua.

 

Hasta que nos hirió,

de muerte y de tristeza,

 un imprevisto toque de silencio.

 

Entonces

mudados en jinetes tenebrosos,

en viejas amazonas

−espantadas, atónitas, perplejas−

cabalgamos los días del desamparo,

como un inevitable apocalipsis

en el que las estrellas nos miraban

como turbios mortales fermentados.

 

Ahora,

tendremos que aprender a conjugar

la audacia de vivir entre tinieblas,

envueltos en sudarios sin costuras

con un huraño riesgo pespunteado

en miradas oscuras y tristísimas.

Tendremos que cruzarnos por las calles

y leernos la arenga de los labios

retándonos al beso;

tratar de transitarlas

poco a poco,

guardando las distancias,

plegando los abrazos,

−cobijas redentoras aún por estrenar−

en los viejos arcones de las cámaras

hasta el nuevo regreso de la luz.

 

Hasta que llegue el tiempo.

 

Mientras tanto

ellas siguen ahí

de imaginaria.

 

En CasaMágica. En un 23 de Agosto de 2020

5 comentarios:

  1. Lo he leído much ass veces y el resplandor de las libélula dan otraxseña. Yo creo. Gracias Socorro.

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  2. Jinetes... esa palabra entre todas las demás certeramente escogidas la que da fuerte y hace trágico y vital al tirmpo, esas últimas noches.

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  3. Caminante quiso decir así:

    Jinetes. Esta palabra, entre todas las demás certeramente escogidas, es la que da más fuerte y hace trágico y vital al tirmpo esas últimas noches.

    ResponderEliminar
  4. Me fascina tu sensibilidad al saber encontrar en una sola palabra la intensidad del poema. Gracias

    ResponderEliminar

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