46/2019
“Entra
en la sala con su natural tiesura la señorita Mármol” -recuerdo que escribiste
por entonces, cuando yo era todavía “señorita”, aunque dejara de serlo gracias
a aquel interminable juicio del 23-F donde nos conocimos; tú haciendo
ingeniosas crónicas del juicio, con las que limpiabas la cosa del tedio y de la
calorina que nos envolvía en tales fechas como estas de hace ya tantos años,
antes de que decidieras morirte; yo aprendiz de abogada defensora, de la mano
de un maestro irrepetible, Dimas Sanz, quien me enseñó lo mejor de esta
profesión mía tan sorprendente, en la que nos pagan para que nos partan la cara
en nombre de nuestros clientes, sin que lo que nos pagan alcance casi nunca
para recomponer las cicatrices de los mamporros que recibimos, que provienen de
todos sitios: contrarios, clientes, y lo que resulta peor: de los tribunales,
en los que, salvo deliciosas excepciones, sus titulares y mandamases parecen
disfrutar poniendo en evidencia su
desabrimiento y regañándole a los abogados como regañaban los maestrescuela muertos de hambre de
tiempos poco recomendables a galopines descalzos tipo Lazarillos-de-Tormes.
Pero, a lo que estábamos, querido MartínPrieto: que el telediario va y
dice que te has muerto de madrugada, como se me murió a mí hace aún poco aquel
miembro del Tribunal del 23-F que tuvo la feliz? idea de matrimoniarse conmigo
y rescatarme de las cenas solitarias.
Y voy yo y recuerdo aquellos días de Campamento,
y tus brillantes maneras de describir un juicio que aún tiene mucho silenciado
que yo me sé.
¿Recuerdas aquel día en que los ilustres
procesados, -que, como era lo suyo, se habían declarado una guerra civil entre
ellos-, se negaron a bajar desde el primer piso del recinto del Servicio
Geográfico hasta la sala del juicio? Era el día en que debía declarar el
General Armada, al que los otros procesados, quitados dos de ellos que tú y yo
sabemos, tachaban de traidor -entre otras lindezas- por cosas que no hacen al
caso y que también me sé yo.
Fue el entonces Decano del Colegio de Abogados,
don
Antonio Pedrol Rius, quien, tras pasar algunos larguísimos minutos en la residencia
de los encausados, consiguió convencer a los disidentes procesales de que
regresaran a la sala donde se les juzgaba por otras disidencias más “sustosas”.
Mientras los abogados esperábamos al pie de la
escalera en entre el descansillo y la sala de vistas, los peldaños de bajada se
llenaron de uniformados canores que,
a voz en grito, marciales como nunca, y tras un Pedrol embutido en su toga, tan
mínimo él en hechuras como grande en sus logros y maneras, entonaban un
estentóreo “ahora que vamos juntitos/
vamos a contar mentiras/ tralará…”.
Tu crónica del día siguiente no tenía
desperdicio:
“Baja la escalera Pedrol en cabeza, amansando a los militares, cual cabestro con puñetas…” -palabra arriba, palabra abajo, menos la literalidad de lo de “cabestro con puñetas”.
“Baja la escalera Pedrol en cabeza, amansando a los militares, cual cabestro con puñetas…” -palabra arriba, palabra abajo, menos la literalidad de lo de “cabestro con puñetas”.
¿Se puede ser más ingenioso? Solo con ese
párrafo contabas una historia patética que te/nos ha durado hasta ahora sin
acabar de contarse del todo.
Y si no, que nos digan qué fue de aquel libro
publicado por Planeta <NI HÉROES NI BIBRONES> del entonces director de la
revista INTERVIÚ, Paco Mora, y su expeditiva retirada de las librerías…
Foto de los procesados tomada en el patio del Servicio Geográfico |
Y vas y te me mueres... sin contar lo que tú y
yo sabemos.
No sé cómo decirlo, pero se me están muriendo
casi todos mis recuerdos.
Me pregunto si este prorrateo con el que anda
repartiendo cartas la Señora Oscura tendrá previstos nuevos encuentros al otro
lado o esto es para siempre.
Por si acaso, voy a ver si releyendo tus
crónicas de entonces puedo recordar que al menos he vivido.
Y hemos callado.
Buen viaje, hermano.
En CasaChina. En un 1 de Junio de 2019
https://www.larazon.es/cultura/muere-martin-prieto-periodista-y-punto-final-EG23611371?fbclid=IwAR1JkNGzHA1BLzv3norOi4Mnfj11mwCNw_XOf4LKDRs87NcYppiVPIZRMpA